Para comprender el cambio climático, piensen en el juego "Tetris". Para los eones, la Tierra ha jugado Tetris con bloques de carbono. Entran en la atmósfera como dióxido de carbono de los volcanes, materia vegetal en descomposición, criaturas que respiran y la superficie del mar. Y salen de la atmósfera cuando las plantas los usan durante la fotosíntesis, cuando los reabsorbe nuevamente por el océano, o es almacenado en el suelo y los sedimentos. Este juego de Tetris se llama ciclo del carbono, y es el motor de la vida en la Tierra. ¿Cuál es la conexión con el clima? Bueno, cuando ese dióxido de carbono está en el aire esperando ser reabsorbido, atrapa una parte del calor del sol, que de otro modo escaparía al espacio. Por eso el dióxido de carbono se llama gas de efecto invernadero. Se crea un manto cálido conocido como efecto invernadero que evita que la Tierra se congele como Marte. Cuanto más dióxido de carbono en la atmósfera espera ser limpiado, más cálida se vuelve la Tierra. Aunque la cantidad de carbono en la atmósfera ha variado a través de las eras de hielo e impactos de astroides, en los últimos 8000 años sabemos que se formó el clima estable, permitiendo que prospere la civilización humana. Pero hace 200 años, empezamos a excavar ese viejo carbono almacenado en el suelo. Estos combustibles fósiles, carbón, petróleo y gas natural, se producen a partir de los restos enterrados de plantas y animales que murieron mucho antes de que evolucionaran los humanos. La energía almacenada dentro e ellos alimentó nuestras fábricas, autos y plantas de energía. Pero quemar combustibles también inyecta bloques de carbono al Tetris terrestre. Al mismo tiempo, talamos bosques para agricultura, reduciendo la capacidad de la Tierra para eliminar bloques. Y desde 1750, la cantidad de carbono en la atmósfera se incrementó un 40 % y no muestra signos de desaceleración. Como en el Tetris, cuantos más bloques se apilen, más difícil se torna restaurar la estabilidad. El dióxido de carbono extra en la atmósfera acelera el efecto invernadero atrapando más calor cerca de la superficie, haciendo que las capas de hielo se derritan. Y, cuanto más se derriten, menos luz solar pueden reflejar, haciendo que los océanos se calienten aún más rápido. Los niveles del mar se elevan, las poblaciones costeras pueden inundarse, los ecosistemas naturales se alteran, y el clima se vuelve más extremo con el tiempo. El cambio climático puede afectar a personas y lugares de diferentes maneras. Pero, en última instancia, es un juego que todos estamos jugando. Y, a diferencia del Tetris, no vamos poder empezar de nuevo y volver a intentarlo.