[Esta charla contiene lenguaje sexual]
Comenzaré con una pregunta.
Levante la mano, ¿quién alguna vez
se ha buscado en Google?
Yo lo he hecho.
Pero lo que comenzó
como curiosidad pasajera
muy rápidamente se convirtió en una
batalla horrible de casi cinco años
que casi arruinó mi vida.
Pero, antes de continuar, debo señalar
que voy a hablar de algo
muy conflictivo y explícito.
Pero no hay alternativa.
Este es un tema muy conflictivo.
Esta soy yo a los 17 años.
Una inocente selfie que tomé
antes de una fiesta.
Hice una búsqueda inversa
en Google Images:
una función de Google que
te permite subir una imagen
y te muestra dónde está en internet.
En una fracción de segundo
apareció esa imagen en pantalla
y decenas de otras imágenes de mí
robadas de mis redes sociales,
en enlaces conectados
a sitios pornográficos.
En estos sitios, depredadores sexuales
anónimos, sin rostro,
habían publicado comentarios sexuales
muy explícitos sobre mí
y lo que les gustaría hacerme.
"Tendría sexo, tapándole el rostro",
escribió alguien.
También publicaron datos personales:
dónde vivía, qué estudiaba, quién era.
Pero las cosas empeoraron.
Pronto descubrí que
estos depredadores sexuales
habían manipulado o retocado mi rostro
en cuerpos de actrices adultas desnudas
en pleno acto sexual,
en fotografías en las que dos hombres
eyaculaban sobre mí.
Editaron para poner esperma
sobre mi rostro.
Me editaron en la tapa de un DVD porno.
Editaron mis imágenes
para dar la impresión de que mi blusa
era transparente, o translúcida,
y permitía ver mis pezones.
Estos criminales eyacularon
sobre estas imágenes,
fotografiaron sus penes y su esperma
sobre estas imágenes
y las publicaron en sitios porno.
Las denominaron "Esperma
sobre puercas impresas".
Ahora, se estarán preguntando,
qué tipo de imágenes publiqué
en las redes sociales.
Aquí estoy, tenía unos 19 años,
estaba en el Hotel Claremont,
no lejos de aquí.
Y superpusieron mi rostro
sobre esas fotos.
Y las cosas empeoraron.
Estos predadores no tuvieron límites.
Incluso publicaron una imagen
con mi hermanita en estos sitios también.
Ahora, podrían estar pensando:
"Bueno, te vistes de manera provocadora,
incluso un poco sugerente,
para llamar la atención tal vez".
Pero que el cuerpo de una mujer
llame la atención
no significa que ella
busque llamar la atención.
¿Cómo definir qué significa
"provocadora" o "sugerente"?
En algunas partes del mundo
mostrar los tobillos es provocador.
Parece que, sin importar
cómo vista una mujer,
siempre tendrá una connotación
más sexual de la real.
En mi caso, solo quería
sentirme bonita y segura.
¿Qué tiene eso de malo?
Ahora, podrían estar pensando:
"Bueno, ¿no puedes poner
tus redes sociales en modo privado?"
Bueno, estos criminales calcularon todo.
Se hicieron amigos de mis amigos
en las redes sociales
con perfiles falsos,
siguieron las galerías públicas
de los eventos y lugares
que frecuentaba a menudo.
¿Por qué debería una
aislarse y esconderse
por miedo a que ocurra algo así?
Lo que publico y lo que me pongo
no es una invitación
a violarme y abusar de mí.
Las únicas personas que deberían
cambiar de comportamiento
son los criminales.
(Aplausos)
Puede que piensen, ¿por qué a mí?
Bueno, solo soy una de las miles y miles
de mujeres comunes presa
de esta cultura online
enorme y horripilante
dedicada a explotar y editar
con fines sexuales
imágenes comunes de mujeres
para hacer porno.
En este momento,
hay mujeres atacadas
que ni siquiera lo saben.
Al principio, intenté buscar ayuda.
Fui a la policía, entré en contacto
con agencias gubernamentales,
incluso intenté contratar
a un investigador privado,
pero era demasiado costoso.
No pudieron hacer nada.
O sea, ¿qué podría hacerse
si los sitios y los criminales
están en el exterior?
Me dijeron que tenía que contactar
a los sitios uno por uno,
notificando a los administradores
para que eliminen todo.
Y como pueden imaginar,
con mucho miedo y dolor,
lo hice.
Entré en contacto
con los administradores,
solicitando que eliminen el material
compartido sin consentimiento.
Y tuve algunos éxitos,
pero también tuve algunos
contratiempos importantes.
Cuanto más luchaba,
más sitios descubría,
y, con el tiempo, más se veía
y se compartían mis imágenes
decenas de miles de veces.
Un administrador me respondió
diciendo que solo eliminaría el sitio
si le enviaba fotos de mí desnuda
dentro de las 24 horas.
Y esto continuó durante años,
luchando contra estos sitios
dudosos y desagradables.
Pero estaba dando una batalla perdida.
Y no podía seguir con esto más tiempo
por mi propia salud mental.
Pero ¿qué podía hacer?
Tal vez, pensé,
si hablaba,
podría reivindicar mi nombre,
y reescribir mi narrativa
en mis propios términos.
Tal vez si hablaba,
podía crear conciencia al respecto.
Quizás incluso podría
intentar cambiar la ley.
Y así hice.
(Aplausos)
Lo hice público a fines del año pasado
y la noticia dio la vuelta al mundo.
Pero esta fue la respuesta.
"Es una gorda puta, fea,
es una prostituta".
"Es una basura que busca
llamar la atención".
"Siéntete halagada, bebé,
es un cumplido".
Me acusaron de victimizarme
y dijeron que era una puta
y que merecía lo que me ocurrió.
Y, francamente,
eso fue más difícil de soportar
que el acoso generado por las imágenes.
Pero no podía dejarme derrotar
por estas críticas.
Sabía que lo que hicieron
los delincuentes estaba mal,
y sabía que lo que le estaban
haciendo a otras estaba mal.
Y entonces hice una petición.
Hice pedidos fervientes de apoyo.
Pero no funcionó.
Pienso que obtuve 330 firmas.
Eso fue realmente desalentador.
Luego contacté a los representantes
estaduales y federales.
Me remitieron a la procuraduría general
de Nueva Gales del Sur,
que ya estaba en proceso
de redacción de nuevas leyes
para criminalizar la distribución
sin consentimiento de imágenes íntimas.
El acoso sexual con base en imágenes.
Algunos de Uds. lo conocerán
como porno de venganza.
Y pronto me convertí en portavoz,
una cara pública para las nuevas leyes.
Pero debo señalar que no quiero,
de ninguna manera, atribuirme el mérito
de este cambio en la ley.
El mérito es de expertos
en ciberseguridad,
investigadores,
la Procuraduría General,
de tanta gente que ha luchado por años.
Fue la primera vez...
Nueva Gales del Sur fue
el primer estado en el mundo
en incluir una disposición específica
contra la modificación de imágenes.
Algo que me pasó,
algo sobre lo que con certeza
no oyen muy a menudo.
Y ahora también Canberra
ha criminalizado
la modificación de imágenes
con estos fines.
Y el año próximo, Australia Occidental
presentará una legislación
y es de esperar que criminalice
la modificación de imágenes.
E insto a cada estado y cada país
del mundo a seguir el ejemplo
porque, en este momento,
no hay justicia para personas como yo.
A pesar de todo,
a pesar del odio y de las críticas,
a pesar de que nunca voy a tener justicia
porque, lo que me pasó, ocurrió
antes de la reforma legislativa,
expresarlo en público ha sido
lo mejor que he hecho,
porque sé a ciencia cierta
que ha ayudado a la gente.
Y solo quiero vivir en un mundo
en el que, independientemente de
lo que me ponga o lo que publique,
todavía merezca ser tratada
con dignidad y respeto.
Con respeto.
Esa es una idea que
vale la pena compartir.
(Aplausos)
Gracias.
(Aplausos)