GRUPO DE RIESGO DE COVID-19 AISLAMIENTO SOCIAL Tengo problemas físicos, y problemas de salud mental. Sufro de trastorno de estrés postraumático debido a traumas médicos. Pasar por el sistema médico sin ser diagnosticado es muy traumático. También causa un gran trauma pasar por ellos siendo una persona queer. Soy una persona transexual no binaria. Y soy queer por mi orientación sexual. Pasar por el sistema médico siendo como soy fue muy difícil. Debido a estas experiencias, o a cómo afectaron a mi cerebro, también sufro de ansiedad y depresión. Por lo que esta cuarentena está afectando mucho a mi salud mental. Siento que mi salud mental ha retrocedido. Que mi progreso de salud mental ha retrocedido tres años a lo largo de un solo mes. RETOS Con la cuarentena, dejó de haber servicios a domicilio para los discapacitados. Así que soy incapaz de hacer la colada. Ando bastante bien ahora, pero en una horas necesitaré mi andador. Y unas horas después solo podré desplazarme en mi silla de ruedas. Y por culpa de esto, tendré más estrés y ansiedad y caerá mi autoestima. Y miras a tu alrededor y ves un montón de ropa sucia que no puedes lavar. En Canadá, se dan 2000 dólares al mes a la gente que ha perdido su trabajo. Pero no cambia nada del sistema de discapacidades, excepto darnos un fondo de emergencia de 100 dólares. Y esto no nos va a ayudar mucho. Hace que me sienta sin valor en esta sociedad. El protocolo de intervención dicta que si padeces una enfermedad crónica o una discapacidad intelectual, somos menos aptos para recibir un respirador. Lo cual es una eugenesia. Esto ha impactado mucho en mi salud mental. El saber que si me contagio, no me van a dar un respirador. El sistema médico es capacitista, racista, y no acepta a la gente indígena. Y al hacer esto me está diciendo que sería mejor para ellos si me muriese, y solo porque tengo una discapacidad. No tenemos valor por culpa del sistema. Nuestra vida vale menos que la de otros por cómo está construido el sistema, por cómo funciona este y por cómo nos tratan muchas personas. E incluso por como tratan de manera subconsciente a los de su alrededor. Ahora mismo somos mucho más vulnerables ante todo esto. Así que, si le dices algo a una persona discapacitada a lo que normalmente no te responderían, pero ahora si te vamos a responder, y te vamos a corregir. Ahora no nos quedaremos en silencio. Porque nos están atacando. Y esto no es un ataque contra vosotros. Es un ataque contra la manera en la que la sociedad habla, interactúa e incluye a la gente con discapacidades. Y si tenemos que atacar al lenguaje, va a parecer que atacamos a una persona, pero el impacto y las intenciones son distintas. Y si has causado un impacto inintencionadamente, escucha lo que la otra persona está diciendo de verdad. Entiende que tus intenciones no tenían malicia pero que su impacto sí lo tuvo. Cambia tu comportamiento. Y si todos elegimos hacerlo, y lo hacemos de buena manera, eligiendo perdonarnos lo unos a los otros cuando nos enfadamos o cuando hacemos algo que de verdad está mal, como establecer un protocolo de intervención que dice que no recibiremos un respirador, podemos disculparnos y arreglarlo. Esto es lo que me gustaría hacer saber a la gente sin discapacidades. Podéis disculparos y arreglarlo.