Cuando cumplí 17, fui al médico porque las cosas no iban como debían. Todavía no había tenido el periodo. Todavía no tenia pechos. Fui derivada a una serie de especialistas, y decidimos buscar qué fallaba en mí. Era la primera vez, en un contexto médico, que me sentía como algo a arreglar. Los médicos pidieron algunas pruebas, y cuando recibieron los resultados, dijeron: "¡Vaya, no esperábamos esto!", lo que creo que está cerca de "ups" en la lista de cosas que no quieres oír del médico. (Risas) Un recordatorio rápido de biología: las mujeres tienen dos cromosomas X y los hombres una X y una Y, ¿cierto? Bueno, por lo general. Los médicos estaban confusos porque, cuando llegó mi análisis de cromosomas, tenía una X y una Y, lo que se suele asociar a ser varón. Era intersexual, algo entre ambos sexos. Las personas intersexuales tienen una combinación de hombre y mujer que puede estar en su anatomía externa, sus órganos reproductivos internos, su nivel de hormonas o su ADN. La intersexualidad también incluye gente que no tiene ningún aspecto del sexo opuesto, pero cuya anatomía no es la que se suele esperar. Ser intersexual no es lo mismo que ser transgénero. Las personas transgénero suelen tener cuerpos que corresponden con un sexo. Aunque es posible ser intersexual y transgénero, la mayor parte de cada grupo es una de las dos cosas. Se puede descubrir que se es intersexual de distintas formas. Algunos descubren... bueno, sus padres y médicos lo descubren cuando son bebés y notan que su anatomía no es la típica. Otros lo descubren durante la pubertad, cuando ésta se desarrolla de forma inesperada o, como en mi caso, cuando no tiene lugar. Una vez supimos "qué iba mal en mí", se transformó en algo que arreglar. Teníamos nuestro plan de acción. Tenía disgenesia gonadal, pequeños trozos de tejido que se habrían convertido normalmente en ovarios en mujeres o testículos en hombres, pero en mi caso no se desarrollaron. Pueden ser cancerosos, por lo que necesitaría operarme para quitarlos. Si eran cancerosos y el cáncer se había extendido, necesitaría más operaciones, y puede que quimio, y tal vez un equipo de oncología. Durante la operación, se tendría que evaluar qué anatomía femenina tenía y si estaba toda conectada. Si tenía útero, teníamos que saber que no estuviera apartado, porque la terapia hormonal sustitutiva podía estimular el periodo y la sangre no tendría a donde ir. Al final se habían rechazado algunos pronósticos. Probablemente no podría tener hijos. No podría tener una vida sexual normal. Y para cuando estuvieron todos los diagnósticos, yo tenía 18. Sé que empezar la pubertad es una de las cosas más importantes en la lista de cosas que hacer de cualquiera al cumplir los 18... (Risas) pero me alegra decir que todo fue bien, incluyendo mi extraño primer año de universidad. (Risas) No tuve cáncer, podría quedarme embarazada con la ayuda de una donante de óvulos y mi vida sexual no es asunto de nadie. (Risas) (Vítores) (Aplausos) Nuestro plan de acción fue perfecto. Según cualquier criterio médico, estaba arreglada, pero arreglar no es lo mismo que curar, y la cura no suele venir con una hoja de ruta. Creo que es indicativo de una mentalidad fija que nunca fuera remitida a terapia, no fuera remitida a terapia de grupo y no se sugiriera que pudiera conocer a gente como yo. Imaginen que les dijeran a los 17 que son pelirrojos. Y dijeras: "Pelirrojo... ¿qué es eso?" Suena ridículo, pero con entre el 1 y el 2 % de la población mundial, ser intersexual es tan común como ser pelirrojo. En EE. UU. es tan común como ser judío. Entonces, ¿dónde estamos? ¿Cómo puede ser que tanta gente no sepa que existimos? Todavía me sorprende que, tras varios años siendo intersexual, no haya conocido ningún intersexual en la calle, en estado salvaje... (Risas) Incluso en la comunidad LGBT, nadie ha dicho: "¡Sí, yo también!" o "Mi hermana/amiga lo es". En nuestras vidas personales, profesionales y públicas, somos clandestinos. Hemos sidos avergonzados por ello, así que no hablamos de ello. Nos avergonzamos de ello y el círculo continúa. Pero no podemos seguir siendo invisibles. Necesitamos ser vistos y que sepan que existimos porque, si no, la próxima generación de niños intersexuales va a crecer tan confundida y avergonzada como nosotros. Necesitamos que la gente sepa que, si los intersexuales son un 1 % de la cada población, puede haber cinco directores ejecutivos intersexuales en Fortune 500, puede haber cinco miembros del Congreso intersexuales, puede haber tres astronautas estadounidenses intersexuales, y puede haber cuatro niños intersexuales en cada colegio de primaria de EE. UU. Necesitamos ser vistos y necesitamos las voces de todos porque las consecuencias de no serlo son terribles. En EE. UU. y en todo el mundo, los bebés intersexuales han sido sometidos a lo que se denomina mutilación genital. Temo que el término estigmatice a los intersexuales, pero creo que deja ver la gravedad de la situación. Los bebés intersexuales son sometidos a cirugía cosmética, no necesaria médicamente, diseñada para hacer que sus genitales parezcan más normales. Estas cirugías conllevan el riesgo de formar cicatrices, pérdida de sensación y dificultades sexuales posteriores. Lo más sorprendente es que las anomalías relativamente menores hagan que menores pasen por el quirófano. En una anomalía conocida como hipospadias, la abertura del pene se encuentra en la parte inferior, no superior. El término viene del griego "hypo" de"bajo" y "spadia" de "abertura". En vez de estar en la punta, la uretra está en la parte inferior del pene, en cualquier lugar por debajo. Estos chicos suelen tener un pene funcional, entonces, ¿por qué se les opera? Para que, cuando sean mayores, puedan hacer pis de pie; para que su pene no parezca raro. Imaginen a unos padres viendo a su bebé recién nacido y diciendo: "Esas orejas tienen que desaparecer". Los médicos los mirarían como si estuvieran locos, pero cuando la anormalidad está en los genitales del bebé, operarle parece la única opción. El hipospadias afecta a 1 entre 200 niños, lo que lo hace relativamente común. Sin embargo, no hay datos fiables del número de cirugías llevadas a cabo. Tampoco hay datos fiables del índice de éxito o fracaso de estas operaciones. El índice de fracaso varía entre el 4 % y el 67 %, dependiendo del procedimiento llevado a cabo y del cirujano operando. Es una variación enorme. Diría que cualquier riesgo es muy alto cuando el procedimiento es solo cosmético y el niño, muy joven para formar parte de la decisión, y más cuando el fracaso conlleva más operaciones. Algunos niños han sido operados 10, 20, 25 veces para corregir lo que fue mal la primera vez y las veces siguientes. Han pasado sus vacaciones de primavera y verano en casa recuperándose, en vez de divertirse con sus amigos. ¿Y para qué? Creo que los padres y médicos quieren hacer lo mejor para estos niños. Es imposible saber los detalles de cada caso, pero conozco las leyes de la crítica. Sé que cuando tratamos a personas como objetos a arreglar, probablemente nos tratemos a nosotros mismos de la misma manera. Cuando pensamos que no somos lo bastante buenos, pensamos que los demás tampoco lo son, y empezamos a pensar que los demás ven a otra gente de la misma manera. Eso lleva a la gente a preocuparse porque los demás no vean bien a un niño, preguntándose si se burlarán de él, qué pasará cuando la niñera cambie su pañal, qué pasará cuando un compañero note que este hombre hace pis sentado o una pareja vea el clítoris de una mujer algo más largo por primera vez. Estos miedos son reales, y yo misma me he enfrentado a algunos parecidos, pero somos milagros, hechos con partículas más pequeñas de lo que podemos concebir, de estrellas más grandes de lo que podemos imaginar, y no debemos quedarnos atrapados en los espacios intermedios entre centímetros y kilos. Podemos recordar que todos nosotros, hombres, mujeres, intersexuales, no somos cosas a arreglar. Somos personas a amar. Si piensas que eres una persona a amar y te tratas con amabilidad y paciencia, entonces tratarás a los demás de la misma manera. Eso es lo que los intersexuales necesitan; las decisiones sobre nuestros cuerpos son tomadas por gente como vosotros. Gracias. (Vítores) (Aplausos)