ART21 PRESENTA
ARTE EN EL SIGLO XXI
FRÁGIL
(Anicka) Los seres humanos
le tememos a lo efímero.
Vamos en contra de la naturaleza
para intentar preservar, estabilizar
y controlar algo
que se resiste a todo eso.
Hacia el año 2010,
comencé a freír flores y plantas.
Con esta pasta bastante densa
recubres la flor
y esta comienza como a destruirla,
y, luego, la sumerges
en aceite hirviendo a 300 grados.
Sin duda, el aspecto visual
es el que esperaba conseguir,
pero el olor a papas fritas...
(ríe)
en una obra de arte
fue lo que me llevó a querer freír
una tanda de flores.
Mis obras siempre han tenido
un increíble aspecto de vulnerabilidad.
Muchas de mis obras
llevan el elemento del deterioro
y de materiales perecederos.
Me gusta la mutación
que resulta de estos cambios.
Trabajo con seres vivos,
gel conductor para ultrasonido,
bacterias,
algas,
alga kelp y jabón.
Se ve muy bien.
Me había olvidado de esto.
Es como si lo estuviera viendo
por primera vez.
Se ve muy bien.
Hay una cierta sensualidad en este jabón.
Lo que realmente me seduce
es ese brillo,
como algo que flota en el agua.
-Y es difícil lograrlo.
-(Esther) Sí.
(Anicka) La resina no hace ese efecto,
- el acrílico, tampoco...
-(Esther) Cierto.
Y, aunque sea difícil y volátil,
intento capturar y retener
esa característica.
Puedo anticiparte qué pasará,
porque la glicerina es un humectante.
Con el paso del tiempo y lentamente
se encogerá un poco.
¿No hay problema con eso?
Si obtienes marcas, cortes y tajos,
está bien, no es la intensión
que sea algo impoluto y perfecto.
(Anicka) Soy una especie de omnívora
en las áreas y las disciplinas
en las que trabajo.
Para llegar a tener una idea desarrollada,
comienzo haciendo pequeños ensayos
en el estudio,
como se haría en un laboratorio.
Cuando los ensayos
comienzan a dar sus frutos,
convocamos a los expertos
para que nos ayuden.
Ya sea alguien
que se dedica a la ingeniería de software
o a la química forense
o a la elaboración de perfumes.
Recurro a las ciencias naturales,
a la biología sintética,
a la investigación
de la inteligencia artificial...
Parece ser un enfoque muy maximalista,
pero creo que no podemos descartar
la influencia que tienen sobre nosotros
todos estos diferentes sistemas,
ideas e información.
(Anicka) Quiero subir estas colinas.
(hombre ríe)
Atravesar la pantalla
y entrar en el dibujo.
(Hombre) Sí.
¿Cómo puedo transferir eso
al mundo exterior?
Esa sensación
de querer subir estas colinas.
Eso siento con estos paneles de anémonas.
Sí.
- Es como una sensación ondulante.
- Sí.
Pero cuando hablamos de algo más...
Tal vez, deberíamos pensar
en algo más inmersivo.
(Anicka) No tenemos mucha imaginación
con respecto a las máquinas.
Nos preocupa que puedan reemplazarnos.
¿Y si nos pudiéramos relacionar con ellas
de una forma más optimista?
Realmente quería fusionar
la biósfera con la tecnósfera.
Me contacté con ingenieros de software
y biólogos moleculares
para crear lo que llamé "aerobios".
Me inspiré en las medusas,
el hongo melena de león...
Estas máquinas responden
y se detectan la una a la otra
a través de ondas de radio
de alta frecuencia.
Y son capaces de detectar
la temperatura corporal de los visitantes.
Algunos aerobios tienen curiosidad
por los visitantes,
pero otros son más tímidos.
Par mí era muy importante
que fueran impredecibles
y que tuvieran espacio y tiempo
para su propia evolución.
Aunque sepas que son mecánicos,
se siente como si estuvieran vivos.
Transmiten un sentimiento
de asombro y calma,
como si estuvieras nadando
junto a una ballena jorobada.
Siempre me sorprende el poder que tienen
para controlar
una gran cantidad de ansiedad.
Con estos aerobios,
yo también consigo habitar
este espacio asombroso.
(Mujer) Otro tipo de marca puede resumirse
en la palabra francesa "sillage".
EL GENOMA DEL AROMA, 2016
Significa "el grado de fragancia
que queda en el aire
cuando se usa un perfume".
Así que, en cierto modo,
el "sillage" de un organismo
es una presencia viviente
que se siente
incluso en ausencia de un cuerpo
o un autor.
Ah, sí.
Es una rana toro.
(mujer ríe)
Huele a animal.
Huele a pantano, ranas, lodo...
(Mujer) Mucho olor a lodo.