Ellen Støkken Dahl: El primer mito
es sobre la sangre.
Nos dice que el himen se rompe y sangra
la primera vez que una mujer
tiene sexo vaginal.
En otras palabras, si no hay
sangre en las sábanas después,
entonces, la mujer
simplemente no era virgen.
El segundo mito es
una consecuencia lógica del primero.
Dado que se cree que el himen
se rompe y sangra,
la gente también cree
que en realidad desaparece
o de alguna forma se altera radicalmente
durante la primera
relación sexual de una mujer.
Si eso fuera cierto,
uno fácilmente podría determinar
si una mujer es virgen o no
al examinar sus genitales,
haciendo un chequeo de virginidad.
NDB: Esos son nuestros dos mitos:
las vírgenes sangran,
y los hímenes se pierden para siempre.
Esto puede sonar
como un problema menor para Uds.
¿Por qué debería importarles
un pequeño pliegue oscuro de la piel
en el cuerpo de la mujer?
Pero la verdad es que esto es mucho más
que un malentendido anatómico.
Los mitos sobre el himen
han prevalecido durante siglos
porque tienen un significado cultural.
Se han utilizado
como una herramienta poderosa
en el esfuerzo por controlar
la sexualidad de las mujeres
en cada cultura, religión
y década histórica.
Todavía a las mujeres no se las creen,
son avergonzadas,
lesionadas
y, en el peor de los casos,
son sometidas a crímenes de honor,
si no sangran en su noche de bodas.
Otras, son obligadas a someterse a
verificaciones de virginidad degradantes,
simplemente para obtener un trabajo,
para salvar su reputación
o para casarse.
ESD: Como en Indonesia, donde las mujeres
son examinadas sistemáticamente
para ingresar al servicio militar.
Después de los levantamientos
egipcios en 2011,
un grupo de manifestantes fueron obligadas
a someterse a controles de virginidad
por sus militares.
En Oslo los médicos examinan
los hímenes de las niñas
para tranquilizar a los padres
de que sus hijas no están dañadas.
Y lamentablemente, la lista continúa.
Las mujeres tienen tanto miedo de no estar
a la altura de los mitos sobre el himen
que eligen usar diferentes
soluciones rápidas de virginidad
para asegurar un sangrado.
Podría ser una cirugía plástica,
conocida como "revirginización",
podrían ser frascos de sangre vertidos
en las sábanas después del sexo,
o hímenes falsos comprados en línea,
con sangre artificial
y una promesa de "besar tu profundo
y oscuro secreto de despedida".
NDB: Diciéndoles a las chicas que ninguna
acción se puede mantener en secreto,
que sus cuerpos los revelarán
pase lo que pase,
las hemos dotado de miedo.
Las chicas tienen miedo de estropearse,
ya sea por practicar deporte,
por jugar,
por usar de tampones
o por una actividad sexual.
Hemos reducido sus oportunidades
y sus libertades.
Es hora de que pongamos fin
al fraude de la virginidad.
Es hora de romper los mitos sobre el himen
de una vez por todas.
ESD: Somos estudiantes de medicina,
trabajadoras de la salud sexual
y las autoras de "The Wonder Down Under".
(Risas)
Es un libro de ciencia popular
sobre los genitales femeninos.
Y en nuestra experiencia,
las personas parecen creer
que el himen es una especie de sello
que cubre la abertura vaginal.
En noruego, incluso se llama
"la membrana virginal".
Y con esto, nos imaginamos algo frágil,
algo fácilmente destructible,
algo que se puede atravesar,
tal vez como una hoja de plástico.
Quizá que se hayan preguntado por qué
trajimos un hula hoop al escenario.
Se lo mostramos.
(Risas)
Es muy difícil esconder
que algo le ha sucedido
a este aro, ¿verdad?
Es diferente antes
y después de perforarlo.
El sello está roto,
y a menos que cambiemos el plástico,
no volverá a su estado intacto.
Si quisiéramos hacer un chequeo
de virginidad en este aro aquí mismo,
ahora mismo,
eso sería muy fácil.
Es fácil decir que este aro
ya no es virgen.
(Risas)
NDB: Pero el himen no se parece
en nada a un pedazo de plástico
en que puedes envolver tu comida,
o un sello.
De hecho...
es más como esto,
un caucho o goma de pelo.
El himen es un borde de tejido
en la abertura externa de la vagina.
Y, por lo general, tiene una rosquilla
o una forma de media luna
con un gran agujero central
Pero esto varía mucho,
y a veces los hímenes pueden tener flecos,
pueden tener varios agujeros,
o pueden consistir en lóbulos.
En otras palabras, los hímenes
naturalmente varían mucho en su aspecto,
y eso es lo que hace que sea tan difícil
hacer un control de virginidad.
ESD: Ahora que sabemos un poco más
sobre la anatomía del himen,
es hora de volver a nuestros dos mitos:
las vírgenes sangran,
los hímenes se pierden para siempre.
Pero el himen no tiene
que romperse en absoluto.
El himen es como una goma de pelo
en función y en apariencia.
Y puedes estirar
una goma de pelo, ¿verdad?
(Risas)
También puedes estirar un himen.
De hecho, es muy elástico.
Y para muchas mujeres,
el himen será lo suficiente elástico
para tolerar una penetración vaginal
sin sufrir daño alguno.
En otras mujeres, el himen se puede romper
un poco para hacer espacio para el pene,
pero eso no lo hará desaparecer.
Pero puede que tenga un aspecto
algo diferente de antes.
De esto, obviamente, se deduce
que no se puede examinar el himen
para verificar el estado de virginidad.
Esto lo comprobó
hace más de 100 años en 1906
la doctora noruega Marie Jeancet.
Ella examinó a una trabajadora sexual
de mediana edad
y concluyó que sus genitales eran una
reminiscencia de una virgen adolescente.
Pero eso tiene sentido, ¿verdad?
Porque si su himen nunca
fue dañado durante el sexo,
entonces, ¿qué esperábamos ver?
ESD: Dado que los hímenes vienen
en todas las presentaciones y formas,
es difícil saber
si hay una abolladura o un doblez
debido a un daño anterior
o si solo es
una variante anatómica normal.
Lo absurdo de las pruebas de virginidad
se ilustra en un estudio realizado
en 36 adolescentes embarazadas.
Cuando los médicos examinaron sus hímenes,
solo pudieron encontrar
claros signos de penetración
en 2 de las 36 chicas.
Entonces, a menos que crean
en 34 casos de nacimientos vírgenes,
(Risas)
todos debemos estar de acuerdo
de que también nuestro segundo mito
ha recibido un golpe vital.
Simplemente no se puede mirar
a una mujer entre las piernas
y leer su historia sexual.
NDB: Como la mayoría de los mitos,
los mitos sobre el himen son falsos.
No hay un sello virgen que desaparece
mágicamente después del sexo,
y la mitad de las vírgenes pueden
tener relaciones sexuales sin sangrado.
Ojalá pudiéramos decir que
eliminando estos mitos,
todo estaría bien,
que la vergüenza, el daño y los asesinatos
de honor simplemente desaparecerán.
Pero, por supuesto, no es tan simple.
La opresión sexual de las mujeres
proviene de algo mucho más profundo
que un simple malentendido anatómico
sobre las propiedades del himen.
Es una cuestión de control cultural y
religioso de la sexualidad de las mujeres.
Y eso es mucho más difícil de cambiar.
Pero debemos intentarlo.
ESD: Como profesionales médicos,
esta es nuestra contribución.
Queremos que cada niña,
padre y futuro esposo sepa
qué es el himen y cómo funciona.
Queremos que sepan
que el himen no puede usarse
como una prueba de virginidad.
Y de esa manera, podemos eliminar
una de las herramientas más poderosas
utilizada para controlar
a las mujeres jóvenes de hoy.
Después de decirles esto,
pueden preguntarse cuál es la alternativa,
porque si no podemos usar el himen como
prueba de virginidad para las mujeres,
entonces, ¿qué deberíamos usar?
Optamos por no usar nada.
(Aplausos)
Si ustedes...
(Aplausos)
Si realmente quieren saber
si una mujer es virgen o no,
pregúntenle.
(Risas)
Pero cómo responda ella
esa pregunta es su elección.
Gracias.
(Aplausos)
Nina Dølvik Brochmann: Crecimos creyendo
que el himen es una prueba de virginidad.
Pero resulta que estábamos equivocados.
Lo que descubrimos
es que esa historia popular que nos
cuentan acerca de la virginidad femenina
se basa en dos mitos anatómicos.
La verdad se conoce en la comunidad
médica desde hace más de 100 años,
sin embargo, de alguna manera, esos
dos mitos continúan dificultando la vida
a mujeres de todo el mundo.