en vez de eso, solo hizo que los inversionistas que soñaban con South Sea, se despertaran de golpe. Solo para cubrir tal dividendo la compañía tendría que generar apenas 15 millones de libras al año. O apenas un cuarto del Producto Interno Bruto de Gran Bretaña Por fin, la población británica se dijo a sí misma: "Eso parece ser un poco irreal" Mientras la confianza en la empresa desaparecía y sus cofres vacíos las acciones empezaron a desplomarse.