[HISTORIA EXTRAORDINARIA] En el último capítulo, las acciones de South Sea estaban por los cielos Pero por debajo del agua, las cosas iban mal. La empresa había gastado gran parte del dinero ganado vendiendo acciones, al imponer términos ridiculos. y al ofrecer préstamos a quien quisiera comprar en South Sea. Legislar sus rivales fuera del negocio causó que empresarios en quiebra vendieran sus acciones para cubrir su deuda. Además, la empresa no habia ganado nada vendiendo bienes en South Sea. Así como llegó el fin de Agosto, estas grietas empezaron a aparecer. El incremeto meteórico de la empresa se detuvo, y de hecho, empezó a caer. Y Blunt sabía que si las acciones empezaban a caer, la gente le prestaría más atención a la casa de South Sea y se darían cuenta lo mal que estaba. Así que Blunt hizo la única cosa que podía hacer: Vender más acciones a un precio aún más caro. Esto fue Blunt en su máxima expresión de blunt-itud. Abrió una nueva ronda de acciones para compra a un precio imposible de mil libras por acción... Mientras que, al mismo tiempo empezó a vender en secreto sus propias acciones de su compañía. Y realmente se esforzó en vender esas acciones. Esta vez, ofreció incentivos más ridículos al pedir solamente 10% por adelantado y sin pagos por un año. A estas alturas, parece más un infomercial nocturno que una venta de acciones en vez de eso, solo hizo que los inversionistas que soñaban con South Sea, se despertaran de golpe. Solo para cubrir tal dividendo la compañía tendría que generar cerca de 15 millones de libras al año. O cerca de un cuarto del Producto Interno Bruto de Gran Bretaña. Por fin, la población británica se dijo a sí misma: "Eso parece ser un poco irreal" Mientras la confianza en la empresa desaparecía y sus cofres vacíos las acciones empezaron a desplomarse. Cayó cientos de libras por semana, y, a finales de septiembre se vendía una acción por solo 150 libras. Esto, ya que Blunt vendió acciones por mil libras solo tres semanas antes. Cualquiera que invirtió tarde, y aún más quien sacó préstamos para ello, estaba en la ruina. Las bancarrotas, desenfrenadas, y los suicidios ligeramente menos. Pronto, incluso la vieja Hollow Sword Blade Company cerraría su tienda con nada más que una nota en la puerta que afirmaba que sin duda cubrirían sus obligaciones existentes. Así que, por favor, venga... más... tarde... Por desgracia, nadie le informó al rey, quien vacacionaba en su nativo Hannover