Alex, nosotros somos economistas y la gente a menudo me pregunta, ¿qué sabemos acerca inversión y de asesoramiento de inversión? Hemos hablado de acciones, pero como economistas, ¿tenemos algo más que decir a la gente? Hablemos un poco de la vivienda, porque hay muchos mitos relacionados a la vivienda. Para los estadounidense, es parte del Sueño Americano. Y lo que la gente no se da cuenta es que a largo plazo, no está garantizado que los precios de las viviendas aumenten. Porque vimos durante la crisis financiera que los precios de las viviendas bajaron. Pero todavía la gente tiene esta idea de que no están haciendo más, por lo que a largo plazo el precio de las viviendas tiene que aumentar. Y sabemos, desde nuestra comprensión de los activos que no deben esperar que su vivienda sea una gran inversión financiera. ¿Pero no hay un tema de impuestos a la hora de comprar una casa? Así, si pido dinero prestado para una hipoteca y pago impuestos sobre la renta y detallo mis deducciones, puedo cancelar una gran cantidad de ese interés hipotecario y recuperar parte del dinero Y eso significa que podría ser más barato o más ventajoso comprar la casa debido a los impuestos. Pero no se olviden, que gran parte de esa ventaja fiscal va a ser capturada no por el comprador sino por el vendedor. La ventaja fiscal significa empujar hacia arriba los precios de las viviendas. El precio más alto ya está construido, entonces usted, como comprador, no siempre obtiene esa ganacia. Es el vendedor. Pero piensen esto en términos de elasticidad. Digamos que vivo en un área, como muchas de Texas o Florida, donde recibo este recorte fiscal que aumenta la demanda de viviendas. Pero los prestadores construyen más casas y vuelven a bajar el precio. Y parece que, en muchos estados, de hecho el comprador debería ganar una gran parte de esa rebaja de impuestos. Sí, ¿no? Si hubiera más lugares en los EE.UU. como ese, estaría de acuerdo. Pero uno de los grandes problemas que tenemos en los EE.UU. actualmente es que la demanda de vivienda aumenta y en algunos lugares, como San Francisco, Nueva York o Boston es imposible conseguir permisos para construir más viviendas. Y cuando la demanda sube, el precio de la vivienda sube.