Las personas me odian.
Las personas me temen.
Soy profesor en comunicaciones.
Y esas personas que me temen y odian
son algunos de los más brillantes,
creativos y emprendedores que conozco.
Poseo una herramienta,
que hace que me teman y me desprecien.
Como profesor, tengo la posibilidad
de hacer preguntas incómodas.
Así que miro a un estudiante
y le digo, "¿Qué piensa Ud.?
¿Qué opina acerca de lo
que acabamos de hablar?
¿De qué manera le afecta?"
Y esto produce pánico,
no solo en mis estudiantes
sino en cualquier persona:
ese momento cuando nos piden
que hablemos de manera articulada.
¿Podemos hacerlo?
Debo decir que no hago
preguntas incómodas a mis estudiantes
Pienso que es descortés
y sé que es difícil.
Pero a las personas les asusta.
85 % de las personas
temen hablar en público.
Y la verdad, creo que el otro 15 % miente.
Creo que hay situaciones que los
pueden poner nerviosos también.
Mi objetivo es compartir con Uds.
algunos trucos y técnicas que pueden usar
para sentirse más cómodos
y seguros de sí mismos al hablar,
es decir, pensar con agilidad y
hablar de manera inteligente.
Para hacerlo, vamos a ver
cuatro pasos para lograrlo.
Primero, hablaremos
del enfoque que tomamos.
Luego, hablaremos acerca
del público al que nos dirigimos,
el contexto en el cual nos encontramos
y las estructuras que usamos
para transmitir el mensaje.
Comencemos hablando sobre el enfoque.
Me di cuenta de la importancia del enfoque
muchos años atrás, cuando mi esposa
y yo decidimos vivir juntos.
Peleábamos mucho
por pequeños detalles,
cosas que sucedían,
por lo general, en el baño.
Las llamábamos
nuestras riñas de baño:
"¿Está el asiento del baño arriba?"
"¿Está el asiento abajo?"
Hasta ahora, la peor discusión
que mi esposa y yo hemos tenido
fue por una crema dental.
(Risas)
Mi esposa la enrolla, yo la exprimo.
Y todos Uds. que la enrollan,
aprecio la obra de arte que
han hecho de la crema dental.
La cosa más terrible
que les puede pasar
es que venga alguien que la exprima
y arruine todo su esfuerzo.
Pero para mí, sacar crema dental
del tubo implica un acto de agresión.
Me siento poderoso
en la mañana y en la noche.
(Risas)
Y peleábamos sin necesidad
por cosas como esas.
Al final, mi esposa, quien
es más inteligente que yo,
dijo, "Momento, ¿qué estamos
haciendo? Nos acabamos de casar.
Nos amamos, pero discutimos
todo el tiempo.
Necesitamos verlo
desde otro punto de vista".
A medida que observábamos
nuestras discusiones en el baño
como oportunidades,
oportunidades para aprender
del otro, para ceder y colaborar,
las cosas cambiaron.
Me alegra decir que luego
de 15 años de matrimonio,
ya no discutimos sobre la crema dental.
(Risas)
Este mismo enfoque
es válido en la comunicación.
Casi todos, ante situaciones en
donde debemos comunicarnos,
las vemos como amenazadoras.
Las vemos como
oportunidades para el fracaso.
Quisiera sugerir que
necesitamos que eso cambie.
Es necesario acercarnos a
la comunicación abiertamente,
verla como una ocasión para compartir
nuestras ideas, creencias, innovaciones.
Y cuando adoptamos
la perspectiva de apertura,
de repente, algo que nos asusta
se vuelve en algo que acogemos.
Así que el primer paso
para la comunicación efectiva
es abordarla abiertamente.
Pero eso no es suficiente.
Se debe pensar en el público
al cual nos dirigiremos.
Para mí, la manera de abordarla
es opuesta a lo que la mayoría haría.
La mayoría de nosotros pensamos,
"Esto es lo que quiero decir"
o, "Esto es lo que necesito decir".
Yo diría que eso es incorrecto.
Uds. necesitan pensar sobre,
"¿Qué necesita escuchar mi público?"
Suena como jiu-jitsu verbal,
como cambiar el orden de las palabras,
pero en realidad,
es una diferencia fundamental.
Si me pregunto,
"¿qué necesita mi público?",
me pongo al servicio de mi público.
Se trata de sus necesidades.
Y a fin de entender esas necesidades,
debo de hacer alguna exploración.
Me debo preguntar quiénes son.
Las tres cosas que creo necesitamos
preguntar sobre nuestro público son,
"¿Cuál es su conocimiento?"
"¿Qué es lo que saben?",
y si no saben lo suficiente,
"¿qué podemos hacer
para sustentar esa información
para que ellos tengan
las herramientas que necesitan?"
Además del conocimiento,
necesitamos pensar
en sus expectativas.
Por expectativas, me refiero,
¿qué esperan ellos de mí?
Seguro ellos han escuchado los tipos
de presentaciones que Uds. les darán:
quizás es un discurso,
quizás es un tipo de
publicidad o mercadotecnia,
quizás es una charla TED.
Tu público ya ha escuchado
este tipo de presentaciones,
entonces, ¿qué esperan de Uds.?
Pueden Uds. decidir estar
a la altura de esas expectativas o no.
Tengo dos hijos jóvenes,
he aprendido que algunas veces
transgredir sus expectativas
es la cosa más efectiva que puedo hacer
para la comunicación que necesitamos.
Algunas veces mis hijos me molestaban.
Cuando me molestaban,
solía levantar mi voz en vano.
Nada pasaba.
Era ignorado.
Y eso es duro para
un hombre de comunicaciones.
Lo que empecé a hacer
cuando me molestaba con mis hijos,
fue reducir mi voz.
Y ellos se detenían en seco.
A veces, transgredir sus expectativas
puede ayudarnos como comunicadores.
Lo último que necesitamos conocer es,
"¿cuáles son sus actitudes?"
El modo en que enfocan su comunicación
está influenciado de lo que
el público piensa de lo que hablan:
¿Están a tu favor? ¿Están en contra?
¿Están dudando? ¿Son agnósticos?
Esas son las cosas que necesitan
preguntarse cuando comunican.
Necesitamos comprender
a nuestra audiencia.
Cuando mi hijo mayor
estaba en la guardería, fui voluntario.
Fui a su salón de clases,
la profesora tuvo que salir
para recibir una llamada,
y estuve a cargo de un proyecto de arte.
Eso fue un error.
Los niños corrían por todos lados.
Les decía, "Para, Johnny".
"Sally, deja de hacer eso".
Nadie escuchaba.
La profesora tipo Yoda regresó,
vio el caos que se había generado
en su corta ausencia
y simplemente miró a los niños
y empezó a recompensar
el comportamiento positivo.
"Janet", dijo ella, "que hermosa manera
de haber limpiado tus crayones".
"Samuel, muchas gracias
por caminar con las tijeras".
(Risas)
Los estudiantes se detuvieron en seco
y cambiaron su comportamiento.
Aprendí que Uds. necesitan comprender
a su audiencia y lo que ellos necesitan.
Y hasta el día de hoy,
intento aplicar esos principios.
Aprendí también que no podría enseñar
a estudiantes de primaria.
Si la culpa y la vergüenza no funcionan,
no puedo enseñarles.
(Risas)
Conocer a su audiencia realmente importa.
Más allá de conocer a su audiencia,
tienen que comprender el contexto
en el cual Uds. hablan.
Donde sea que hablen,
están en un contexto particular.
Y para mí, el contexto viene
en diferente variedad.
Lo primero que debemos pensar
del contexto es el tiempo.
¿A qué hora del día estamos comunicando?
Si es muy temprano en la mañana,
quizás requieran de
un poco más de energía
para mantener a la gente activa.
Lo mismo después del almuerzo
cuando regresan con el estómago lleno.
Enseñé en la secundaria
hace muchos años atrás.
No creo que mi directora
me quisiera mucho
porque me dio grupos de primer año
antes y después del almuerzo.
Si saben algo sobre
los chicos de 14 y 15 años,
necesitan de mucha comida
y de mucha experiencia social.
A la hora de mi primera clase con ellos
tras cuatro horas de clase seguidas,
estaban muy cansados.
No se podían ni mover
y mucho menos pensar.
Justo después del almuerzo,
recibo a mi segundo grupo,
satisfechos de comer,
con cafeína y sus amigos.
Era una locura en mi clase.
Y tenía que enseñarles lo mismo.
¿Cómo lo hice?
Cambié el modo de abordar la clase.
La clase antes del almuerzo
era muy colaborativa,
la gente se movía, muchas actividades;
después del almuerzo,
era un poco más apacible.
Deben dirigir el contexto y el momento
para que su mensaje sea efectivo.
El contexto también involucra emoción.
La mayoría cuando comunicamos,
pensamos sobre la información:
¿qué tengo en mente y en mi corazón
que necesite comunicarles a Uds.?
Pero también comunicamos
un sentimiento.
Quizás intentamos que la gente
se emocione y motivarlos.
Quizás intentamos asustarlos,
creando una plataforma de salida
que los motive a cambiar.
Algunas veces , intentamos
infundir confianza:
Uds. deben creer en lo que digo.
Pero necesitamos pensar en la emoción,
así como en la información.
La parte final del contexto tiene
que ver con el lugar donde hablan.
La ubicación importa.
Justo el otro día, leí en el periódico
que este año, una chica
exploradora de California,
que vendió más galletas durante
la campaña anual de galletas,
puso su tienda enfrente de
un dispensario de marihuana medicinal.
Vendió más galletas que cualquiera.
La ubicación importa.
Piensen en cómo esta ordenado el salón.
Piensen en el ambiente:
¿Es en vivo? ¿Es virtual?
Eso cambia el modo
en que Uds. se comunican.
Necesitamos pensar en la ubicación.
Nuestro enfoque es importante.
Nuestra audiencia es importante.
El contexto en el que
nos encontramos es importante
y también el modo como
estructuramos nuestros mensajes.
Es mucho más fácil para los humanos
entender información estructurada.
De hecho, recordamos la información
hasta 40 % mejor cuando es estructurada.
¿Qué es lo que quiero decir?
Algunos de Uds. son
muy jóvenes para recordar,
pero aquellos que son de mi edad,
cuando queríamos llamar
a alguien por teléfono,
teníamos que recordar
un número telefónico.
Mis hijos hoy, miran un dibujo,
aprietan un botón,
y la otra persona les habla
por el teléfono.
La teníamos más difícil.
Teníamos que recordar 10 dígitos.
10 dígitos son muy difíciles
de recordar, ¿qué hacíamos?
Los poníamos en una estructura:
tres-tres-cuatro.
Así era cómo lo recordábamos.
A eso me refiero por una estructura.
La información es puesta
en un modo que la hace fácil
no solo para el que habla, sino también
para que la audiencia lo recuerde.
Tengo muchas estructuras favoritas.
Verán algunas de
las estructuras detrás de mí.
La primera estructura es una cronológica:
pasado - presente - futuro.
Así es como eran las cosas.
Así es como son las cosas.
Así es a donde irán en el futuro.
Una estructura cronológica
puede realmente ayudarles
a navegar con su audiencia
de un lugar a otro.
Siendo sinceros,
la estructura impone expectativas.
No pueden perderse
si tienen un mapa.
Su estructura provee un mapa,
y la estructura cronológica
es una ayuda increíble para ello.
La siguiente estructura es
problema-solución-beneficio.
Es una de las más persuasivas estructuras.
Empiezan explicando cuál es el problema,
hablas de cómo solucionarlo,
y de los beneficios a las personas.
Finalmente, mi estructura favorita,
la que yo uso mayormente,
la llamo "el MacGyver
de todas las estructuras";
esta puede ayudarles
en cualquier situación,
es la estructura
qué, así qué, ahora qué.
Empiezas diciéndole a la gente
cuál es el problema.
Les dices por qué es importante
en el paso "así que".
Y les dicen luego
qué es lo que sigue, qué viene.
Es como la navaja suiza.
Pueden usarlo en situaciones
si están enseñando.
Pueden usarlo si intentan
motivar a la gente.
Pueden usarlo incluso
si se están presentando a alguien.
Cambian el "qué" por un "quién",
y consiguen su presentación.
La estructura ayuda a mantener
a su audiencia unida y ordenada.
Cuando era un universitario,
fui un guía turístico.
Era el trabajo mejor pagado en el campus.
Y creanme, necesitaba el dinero.
Me capacité por 12 semanas
para ser un guía turístico.
Aprendí muchos datos interesantes,
quizás inútiles, sobre mi universidad,
cosas que nos metieron en la cabeza
además de cómo caminar hacia atrás,
que hasta el día de hoy
aún puedo hacerlo.
La cosa más importante que aprendimos,
nos dijeron, "Sobre todas las cosas,
para ser un gran guía turístico
en esta institución
es que nunca pierdan a su audiencia.
Serás un mal guía turístico
si tu grupo se pierde".
Lo mismo es válido cuando Uds. hablan.
La estructura mantiene unido al público.
Necesitamos estructura.
Vemos aquí que estas herramientas,
las que nos ayudan a cautivar
e involucrar a nuestro público
y nos ayudan a transmitir nuestro mensaje
son las mismas para que mis alumnos
aprendan el gusto de hablar
y aprendan a hacerlo bien.
Se trata del enfoque que toman,
la audiencia,
el contexto
y la estructura.
Siempre busco ejemplos que ayuden
a las personas a entender.
Y el otro día, cuando desayunaba,
miré en la mesa mi leche de soya,
y dije, "¿Saben qué?
Este es un gran ejemplo".
Piensen en esto:
Leche de soya 'Silk'.
La leche de soya 'Silk' está dirigida
a un público muy específico:
personas que están interesadas
en comer saludable
o personas que son
intolerantes a la lactosa.
El nombre es una combinación
de las palabras "soya" y "leche".
"Silk". [Seda]
Apunta al deseo del público
de tomar algo suculento
algo caro, algo delicioso.
Esto está en un tiempo,
en un contexto, en un ambiente.
Cuando compran leche de soya 'Silk',
vean que está al lado de otra leche.
No es donde estaba originalmente.
Estaba en el pasillo de comida saludable.
Ahora está al lado de la leche.
La etiquetaron y empacaron
del mismo modo que la leche.
La estructura del nombre
es muy atractiva.
Aceptémoslo, podrían haberle
llamarlo "Moy" [jerga de soya],
nadie lo hubiese comprado, ¿verdad?
Si hallan el correcto mensaje
y lo comunican efectivamente,
podrían hacer una gran diferencia.
Quiero para Uds. lo que deseo
para todos mis estudiantes:
comunicación audaz
que es segura y convincente.
Quiero que su mensaje haga eco
mucho después de que salgan del salón.
Y estas son habilidades
que están a su disposición.
Solo toma práctica
y un poco de actitud positiva.
Gracias.