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Laredo es un mundo
completamente diferente.
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Es el punto de entrada
más grande del interior del país.
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Me llamo Osvaldo Lerma.
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Y yo soy Vanessa Lerma,
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y somos misioneros bautistas del sur
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sirviendo en Laredo, Texas.
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Si Dios llama a una iglesia a involucrarse
en el ministerio de refugiados,
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eso es lo que hacemos.
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Cuando una iglesia viene,
les ayudamos a experimentar
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la forma en que Dios quiere usarlos.
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Conocemos gente que cruza la frontera
y hace un trámite legal.
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Los EE. UU. le otorga
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la condición de refugiado,
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porque reconocen
que necesitan ayuda.
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Nosotros les damos
kits de higiene, alimentos.
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Pero lo más importante
que podemos darles
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es la esperanza de la salvación
que solo se encuentra en Jesús.
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Él está permitiendo
este tipo de movimiento
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y trayendo a las personas
de todas partes del mundo
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para mostrarles su amor.
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Y tratamos de enseñarle al grupo
a ver esto.
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¿Qué más necesitamos
cuando las naciones vienen a nosotros?
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Amar al prójimo,
amarlo como a nosotros mismos,
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así como él nos amó primero.
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A veces, a las personas
les resulta difícil hacerlo.
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Pero creo que
si vienen y lo ven en persona,
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su perspectiva cambiará.
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Están listos para volver
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y compartir con todos
lo que Dios está haciendo
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y cómo pueden ministrar
a sus comunidades.
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Y, para mí,
eso es lo que hacen los cristianos.
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No hay nada más importante que eso.
