Cómo dejar de aburrirse y comenzar a ser audaz

Michael Mireles y sus amigos solían pensar que su ciudad era aburrida, y para entretenerse, soñaban con maneras de cambiar las cosas. Entonces algo sucedió: Michael se dio cuenta de que lo realmente aburrido era tener un suministro interminable de ideas ... que nunca llegó a ninguna parte. Entonces, en un esfuerzo por convertir estas ideas en acciones, Michael comenzó el Festival de Ideas del Sur de Texas y descubrió cuánto vale la pena celebrar sobre su pequeña comunidad rural, a menudo ignorada, y las personas que viven allí.

El programa TED-Ed Clubs ayuda a los estudiantes a descubrir, explorar y presentar sus grandes ideas en forma de charlas cortas al estilo de TED. En los TED-Ed Clubs, los estudiantes trabajan juntos para discutir y celebrar ideas creativas. Los líderes de los clubes reciben el currículo flexible de TED-Ed para guiar a sus miembros en el desarrollo de habilidades de presentación para ayudar a inspirar a los oradores de TED del mañana y a futuros líderes.

Para obtener más información sobre TED-Ed Clubs o para comenzar tu propio club, visite http://ed.ted.com/clubs

Cuando estaba en sexto grado,
mis amigos y yo,

en un momento crucial en nuestras vidas,
supimos lo aburridos que estábamos.

Había falta de emoción
en nuestras aventuras,

descubrimos que habíamos hecho
todo en lo que pudimos pensar

para llenar un espacio de tiempo vacío.

Fiestas de pijamas, juegos de video,

películas, paseos por el vecindario,

y después de todo esto,
todavía estábamos aburridos.

Y la peor parte de esto

era que sabíamos que otros niños
también sentían lo mismo.

Entonces, después de hablar
y discutir entre nosotros,

vimos que a pesar de que intentábamos
combatir nuestro aburrimiento,

no estábamos haciendo
nada sustancial al respecto.

Es por eso que decidimos
hacer reír a la gente.

Queríamos hacer videos divertidos
con bromas sobre cosas

sobre las que nadie realmente bromeaba.

Queríamos bromear sobre nuestra ciudad
peculiar y tranquila de Alton, Texas.

Me encantaría poder decirles
que estoy aquí

para compartir que mis videos
tienen millones de visitas

y que he vendido toneladas
de mercancía en todo el mundo,

pero desafortunadamente,
como muchas de las ideas que tenemos,

nunca hicimos nuestros videos,
nuestra idea realidad.

Sé que probablemente haya
al menos uno de Uds. que pensará,

"Hombre, este tipo es deprimente.
¿Va a seguir hablando así?"

Pero hay una razón.

A medida que pasó el tiempo, más
y más de nosotros abandonamos el grupo

hasta que finalmente
todos dejamos el grupo.

Todos nosotros, excepto uno.

Mi amigo no podía abandonar su idea,

así que después de que
todos nos fuimos del sexto grado,

él decidió formar un equipo.

Los miembros entraban
y salían, fluctuaban,

y él aprendió a usar
software informático complejo

y a trabajar con cámaras.

Él haría videos sobre drama,
comedia, cosas aquí y allá,

y yo no sabía nada de esto

porque no lo había visto
ni hablado con él en seis años.

Mi amigo, que nunca renunció a su idea,

ahora ha lanzado
su propia compañía de videografía.

Al igual que él y el resto del mundo,
todos tenemos muchas ideas todos los días.

Pero había algo diferente en él

porque hace seis años,
mi grupo de amigos y yo

teníamos todos la misma idea,

pero él fue el único
que realmente lo logró.

¿Cuántos de Uds. sienten
un impulso dentro de sí?

Eso que te dice: "Arriésgate.
¿Qué pasaría? ¿Por qué no?"

Para muchos de nosotros,
mientras estamos sentados en el trabajo,

almorzando o esperando
a quedarnos dormido,

tenemos la sensación de ese sentimiento,
ese impulso que teníamos.

Luego, después de unos minutos recordando,

seguimos haciendo
lo que estamos haciendo.

Para algunos de nosotros,
ese sentimiento aparece a menudo.

Nos hace recordar cómo siempre
quisimos comenzar nuestra propia banda,

hacer un viaje por carretera
con nuestros amigos,

o incluso algo pequeño como
limpiar la basura en nuestro parque local.

Y apesta porque lo que
más recuerdas de todo

es el hecho de que no lo hiciste.

Mis amigos y yo, mientras estábamos
en el proceso de hacer estos videos,

tuvimos tantas oportunidades
para hacer algo.

Me acuerdo que muchas veces
un adulto se nos acercaba y decía:

"Sí, puede que sepa algunas cosas".

Algún niño que nos decía:
"Sé cómo editar videos".

O entre nosotros,
diciéndonos el uno al otro,

"Ven a mi casa y trabajaremos en ello".

Todas las oportunidades
que nunca aprovechamos.

Mientras pasaba el tiempo,

me di cuenta de que debía
dejar de abandonar mis ideas.

Pasaron años y años,
y nunca nos encontramos.

Nunca tuve la oportunidad
de explorar esa idea.

Tenía muchas ideas cada día

pero todas ellas pasaban,

hasta que finalmente,

me encontré con una idea
que no podía permitirme soltar,

una idea que no podía
permitirme lamentar luego.

Esa idea fue el South Texas
Ideas Festival, STXI.

Vengo de un lugar donde normalmente
no se alienta a los jóvenes a mejorar.

Están desanimados.

Sienten que no pueden hacer las cosas
que muchos otros sí pueden hacer.

Esto era un problema,

y no queríamos
que esto sucediera nunca más,

que las personas sintieran
que necesitaban salir de sus casas

para hacer algo mejor.

Nuestro festival fue dirigido
por estudiantes.

Con un equipo de estudiantes de secundaria

organizamos un festival que recibió
a 300 estudiantes de toda nuestra región.

Y fue genial, recibimos
muchísimos elogios por ello.

Y sé que suena como una historia
de éxito de la noche a la mañana,

pero realmente no fue,

y una de las principales preguntas
que la gente nos haría fue,

"¿De dónde sacaste el impulso
para hacer esto?"

Cuando era pequeño, aprendí mucho
de lo que sucedía a mi alrededor.

Vengo de un hogar donde
la única forma de ganarse la vida

fue recoger botellas de plástico y latas y
venderlas a las plantas de procesamiento.

Mi primer trabajo real

fue ayudar a una mujer a montar
su quiosco en un mercadillo

desde las siete de la mañana
hasta las tres de la tarde por USD 20.

El hijo de mi vecino aprendió a cortar
el cabello cuando tenía ocho años

porque era la única forma
en la que él y su familia

podían permitirse un corte de pelo.

En un momento tan trascendental
en mi vida, pensé que estaba limitado,

que mi comunidad era limitada,
mi vecindario era limitado,

todo debido a nuestras circunstancias.

Luego llegó mi abuelo desquiciado.

Regresé a casa y un día, mientras
miraba la televisión, me dijo:

"Michael, mira. Quiero eso".

No el caballo,

el poste.

Es un poste de paciencia para caballos.

Básicamente, le enseña
al caballo a ser paciente.

Y él me dijo: "Quiero eso".

Le pregunté, "¿Cómo vas a pagarlo
si no tienes el dinero?"

Y me contestó: "Encontraré la manera".

Así que me olvidé de eso,
estaba caminando por la casa,

y durante ese tiempo,

se fue y no sé de dónde,
pero consiguió una silla de rueda

y un poste de metal gigante,
-- tampoco sé de dónde,

y cuando volví a casa,

fui al patio trasero y esto fue lo que vi.

Mi abuelo desquiciado había cortado
la silla de ruedas a la mitad,

lo conecté a la parte superior
del poste, lo puse de pie,

y allí ató el caballo.

Y en solo tres días, no solo le enseñamos
al caballo a mantenerse quieto,

le enseñamos cómo correr en círculos.

Y recuerdo que cuando vi esto,
mi mente se deslumbró

porque nunca había visto a alguien

tomar esa iniciativa para hacer algo
a pesar de los desafíos.

Y pensando en eso ahora que soy mayor,

me doy cuenta de que no estoy
tan impresionado con el poste,

porque al final del día, es solo un poste.

Estaba más impresionado
con el hecho de que mi abuelo lo logró.

Él no permitió que los obstáculos
se interpusieran ante su idea,

no encontró una razón para no hacerlo,

no eligió sentirse arrepentido.

Si sientes esa idea, ese tirón,

entonces te digo que hagas
lo que hizo mi abuelo

porque ese mismo impulso que tenía

es lo que hizo posible
el Festival de Ideas del Sur de Texas.

Era un equipo
de estudiantes de secundaria,

no teníamos idea de lo que hacíamos.

Solo sabíamos que queríamos
presentar un gran festival

a las personas de nuestra comunidad
para mostrarles todo lo que tenemos.

Si sientes que una idea vale la pena,

ya sea tuyo o de otra persona,

si sientes que una idea vale
las restricciones de tiempo,

los rechazos y las fallas,

entonces déjame darte un consejo:

Detén lo que estás haciendo,

deja tu teléfono,

interrumpe el programa
de TV que estás viendo,

aguanta esa siesta cinco minutos más,

y piensa.

Estás aburrido, ¿verdad?

Ahora es la oportunidad perfecta
para hacer ese viaje por carretera,

la oportunidad perfecta
para comenzar esa banda,

la oportunidad perfecta
para retirar un poco de basura.

Ahora,

la próxima vez que estés aburrido,
te lo ruego, te imploro,

emociónate,

porque es posible que tengas
la siguiente mejor idea.

Gracias.