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cómo sería tu vida si adoptaras
esa urgencia desde hoy.
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Quiero que la consideres
en un panorama de tres años,
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eso es lo que estamos soñando.
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Imaginen lo diferentes que podrían ser
nuestras vidas y nuestra iglesia
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dentro de tres años
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si todos sintiéramos
esa urgencia en este momento.
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Y llegamos a la última pregunta:
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¿qué estás haciendo hoy
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para caminar en la dirección del futuro
que Dios desea para tu hogar?
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Quiero animarte
a que también hables de ello.
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Exploren estos libros
como grupo
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y oren los unos por los otros,
para que Dios los guíe,
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mientras como iglesia nos preparamos
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para la gran celebración
de nuestro 45 aniversario
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y el evento de compromiso
que se acerca muy pronto.
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Permíteme orar por ustedes
antes de terminar.
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Padre, hoy estoy profundamente agradecido
por el don de la familia.
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Señor, gracias porque la iglesia
es como una familia.
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Por todos los que se están reuniendo
alrededor del mundo
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para tener estas conversaciones.
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Te doy gracias porque
restauras lo que está dañado.
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Tú te dedicas a traer sanidad
a los matrimonios.
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Tú te dedicas a sanar,
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incluso a quienes
han pasado por un divorcio
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y son padres solteros,
para fortalecerlos.
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Sé que sanas, Dios.
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Sé que restauras el corazón
de los padres hacia sus hijos.
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Sé que te importa
el legado que los abuelos
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de nuestra iglesia están dejando.
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Señor, te pido ahora que nos des
un sentido sagrado de urgencia,
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que despiertes en nuestros corazones
un clamor profundo, un fuego ardiente
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por ver hogares más fuertes
en nuestra iglesia.
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¿Acaso no vemos que hay tanto
sucediendo a nuestro alrededor
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que va en contra de tu diseño?
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Tú eres un regalo maravilloso
para el hogar.
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Oro porque seamos diferentes,
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para que nos ayudes a vivir
vidas contraculturales,
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a tener hogares contraculturales
que sean como una fragancia del cielo;
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que cuando la gente
entre en nuestros hogares,
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sienta que hay algo distinto,
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que seamos un reflejo
de tu reino en la tierra,
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tal como lo es en el cielo.
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Y Dios, te pido que mientras tenemos
este tiempo de conversación,
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que nos ayudes.
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Danos claridad
que venga de tu Espíritu Santo,
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danos sueños que procedan de ti
y que podamos responder a tu voz,
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para construir el tipo de familias
que tú quieres que construyamos.
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Construye, Señor,
el tipo de hogares que deseas.
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Y te daremos la gloria por todo ello,
en el nombre de Jesús. Amén.
