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Les doy la bienvenida a nuestros campus
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y a quienes nos ven en línea.
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Saludos a todo el mundo.
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Este servicio de Viernes Santo,
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es diferente al del domingo,
donde celebramos la resurrección.
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Hoy se trata de recordar el precio
que pagó Jesús en la cruz.
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Respecto al Viernes Santo,
cuando era niño,
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Me parecía raro que en inglés
le decimos "El Buen Viernes".
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¿Por qué llamarlo así
si fue el día que murió Jesús?
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Estos días estuve pensando en eso,
en este "Buen Viernes" o "Viernes Bueno".
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Eso me hizo pensar
en la expresión "Un buen día".
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Si te preguntara "¿Cómo estás?"
Me dirías "Bien"
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A veces, voy por mis hijos a la escuela,
les pregunto por su día,
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y normalmente dicen
que les fue bien
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Les pregunto:
¿Por qué fue un buen día?".
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Sus respuestas no suelen decir mucho.
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A menudo, usamos la expresión
sobre "Un buen día"
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Quizá si te preguntara:
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"¿cómo es un BUEN VIERNES para ti?",
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describirías cosas específicas.
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Quizá saldrías con amigos,
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te darían un aumento en el trabajo,
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tendrías tu manera de describir
un "Buen Viernes
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Pero si alguien muere nadie diría
que fue un "VIERNES BUENO".
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Y en aquel Viernes Santo,
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había algo que sucedería
más allá de la muerte de Jesús,
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en el plano espiritual,
lo cual lo convertiría en un día bueno.
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Y quiero que analicemos,
¿qué hace bueno al Viernes Santo?
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¿Qué hace que el recordar la cruz
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sea algo tan bueno que,
miles de años después, lo veamos así?
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Por ejemplo, en 1290,
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en inglés se le dio oficialmente el nombre
de "viernes bueno" a este día.
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Así que los apóstoles seguro
no le llamaban así a este día.
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Seguro tenían su propia manera
de llamarle a la crucifixión de Jesús.
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Algo sucedió cuando Jesús murió
que es bueno para ti.
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Ya sea que nos visites por primera vez
o tengas décadas viniendo,
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hoy quiero describirte
lo bueno de la cruz para ti.
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Mi oración por ti esta semana
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ha sido que conozcas la bondad de Dios
para contigo, en la cruz;
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y cómo Dios mostró su amor por ti,
a nivel personal.
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Quizá estés aquí
porque te trajo tu pareja,
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quizá tenías tiempo sin venir,
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o quizá solo acompañaste a un amigo,
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pero este no es un mensaje genérico
para las masas.
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Este es un mensaje individual
de parte de Dios, para ti.
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Y es sobre su bondad mostrada para ti,
en una cruz.
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Vamos a ver algunos versículos
en Lucas 23.
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Veremos la crucifixión
justo cuando Jesús está en la cruz.
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Puedes leer el resto por tu cuenta,
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suceden muchas cosas toda esa semana.
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La Semana Santa comienza
con el domingo de ramos,
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también tenemos la última cena
con los discípulos.
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Hubo un momento en el que Jesús
fue al jardín de Getsemaní
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y sudó sangre mientras
le pedía al Padre
-
que hubiera otra forma de salvarnos,
en lugar de la cruz.
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Sus discípulos se durmieron
mientras él oraba,
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y fue tomado en medio de la noche,
por las autoridades.
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Sufrió un juicio injusto por parte
de los líderes religiosos.
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Fue sentenciado a muerte,
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y los soldados romanos lo golpearon,
se burlaron, le escupieron en la cara.
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Después de cargar la cruz por un tiempo,
-
hubo un hombre que lo ayudó
a cargarla.
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Al ser crucificado, la carne de su espalda
seguro estaba expuesta.
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Recibió clavos en sus manos y pies,
y una corona de espinas.
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Apenas si podía respirar,
mientras miraba a quienes vino a salvar.
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Estuvo entre dos ladrones.
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Lucas describe detalladamente
lo que sucede con Jesús en la cruz.
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Me parece que cuando leemos esto,
-
no es bueno leerlo rápido
porque ya lo conocemos.
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Porque este es un evento histórico
que sabemos que sucedió.
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No es algo de fantasía.
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Es un punto en la historia humana
que lo cambia todo.
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Es el momento que marca
un antes y un después:
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cuando Jesús entregó su vida
en una cruz, por los pecados del mundo.
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En Lucas 23:32, dice:
-
"Llevaron a otros dos, ambos criminales,
-
para ser ejecutados con Jesús.
-
Cuando llegaron a un lugar
llamado «La Calavera»,
-
lo clavaron en la cruz...".
-
Los romanos eran bien conocidos
por castigos como estos.
-
Esta era su forma de hacerle saber
a todos los israelitas
-
que no debían desafiar al gobierno romano.
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Pero Jesús yacía entre dos criminales,
-
pero lo hacía siendo inocente,
sin haber pecado.
-
Estaba en una cruz,
entre dos criminales.
-
El texto continúa:
-
"...a los criminales también,
uno a su derecha y otro a su izquierda".
-
Jesús estaba siendo aplastado.
-
Quiero que lo comprendas.
-
Jesús estaba siendo aplastado,
-
y lo que sale de él,
bajo esta presión inmensa,
-
habiendo sido golpeado, se burlaron,
le escupieron,
-
están son las palabras que dice,
mientras estaba en la cruz:
-
"Padre, perdónalos".
-
"Padre, perdónalos,
porque no saben lo que hacen.
-
Y los soldados sortearon su ropa,
tirando los dados".
-
Eso no deja de sorprenderme.
-
Puede ser algo que quizá no notes
cuando lo lees.
-
Jesús está colgando en una cruz,
-
y frente a las personas
que lo están asesinando,
-
él clama: "Padre...
-
Padre, perdona a estas personas
que están matándome".
-
Pero no lo dice como si fuera
una cláusula universal
-
por la que somos perdonados
en automático.
-
Sino que expresa su sentir
por toda la humanidad.
-
Jesús quiere que haya perdón,
que incluso quienes lo mataron
-
reciban misericordia y perdón
de parte del Padre.
-
Esto también es verdad para nosotros.
-
El primer regalo que recibimos
en este Viernes Santo,
-
es que gracias a la muerte de Jesús,
tus pecados pueden ser perdonados.
-
Sé que si has venido
por un tiempo, dirás:
-
"Sí, sí, sí, me lo han dicho desde niño,
ya lo sé".
-
Pero medítalo por un momento.
-
Jesús está clavado a una cruz.
-
Los israelitas tenían sus sacrificios.
-
Por miles de años, sacrificaban un cordero
-
en la pascua, para recordar
que necesitaban ser perdonados.
-
Jesús en la cruz, no solo lidió
con el comportamiento pecaminoso,
-
sino que lidia con el pecado mismo.
-
Viene porque mucho tiempo antes,
en el jardín del Edén,
-
Adán y Eva, los primeros humanos,
pecaron contra Dios al rebelarse,
-
y como resultado,
la muerte entró al mundo.
-
Jesús ofrece perdón a quienes
lo estaban matando,
-
y estaba reafirmando
cuál era su misión en la cruz:
-
que tú, yo, y todas las personas
que han existido,
-
pudiéramos recibir el perdón de Dios,
-
gracias a la muerte de Jesús
en la cruz.
-
En Lucas 23, la historia continúa:
-
"La multitud observaba,
y los líderes se burlaban.
-
'Salvó a otros —decían—,
-
'que se salve a sí mismo si de verdad
es el Mesías de Dios, el Elegido'.
-
Los soldados también se burlaban de él,
al ofrecerle vino agrio para beber.
-
Y exclamaron:
-
'Si eres el rey de los judíos,
¡sálvate a ti mismo!'.
-
Encima de su cabeza, colocaron un letrero
que decía: 'Éste es el Rey de los judíos".
-
La gente que asesinó a Jesús
necesitaba su perdón,
-
pero nosotros también
necesitamos su perdón.
-
La Biblia dice, en Romanos 3:23:
-
"… pues todos han pecado
y están privados de la gloria de Dios".
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Quiere decir que la mancha
en nuestro corazón, el quebranto,
-
la condición de nuestra alma
apartada de Dios resulta en el pecado.
-
Nos rebelamos
contra el estándar perfecto de Dios.
-
Los que somos padres sabemos
-
que no hay que enseñarle
un niño cómo ser egoísta.
-
No necesitan llevar una clase
ni que les digan:
-
"Sé egoísta.
Voy a mostrarte tres formas de hacerlo".
-
No, es algo que nace de nuestro interior.
-
Por naturaleza, como humanos
tendemos a pensar en nosotros mismos.
-
Cuando alguien se interpone,
nuestra tendencia es
-
herir a esa persona
para obtener lo que queremos.
-
Como resultado del pecado,
el poder o el castigo por pecar
-
a lo largo de la historia de la humanidad
siempre ha sido la muerte.
-
Me encanta esta cita de San Agustín,
de su libro titulado "Confesiones".
-
Era un gran hombre de Dios
del siglo quinto
-
quien tuvo un poderoso encuentro con Jesús
que cambió su vida radicalmente.
-
"Confesiones" habla de su experiencia
al reconocer que necesitaba el perdón.
-
Quiero que escuches lo que dice:
-
“¿Quién me recordará
el pecado de mi infancia,
-
ya que nadie está delante de ti
limpio de pecado, ni aun el niño
-
cuya vida es de un solo día
sobre la tierra”.
-
Me encantan los bebés,
no quiero hablar mal de ellos,
-
pero esta es la realidad.
-
Desde que nacemos,
en nuestro corazón
-
tenemos la tendencia a rebelarnos
o ir en contra de Dios.
-
En su libro, él cuenta cómo
-
de niño robó unas manzanas
o unas peras de un huerto,
-
y no tenía razón para robarlas
más que por el gozo de pecar.
-
Sintió alegría al saber
que no las iba a comer,
-
solo quería lanzárselas a las vacas.
-
Lo describió como una reflexión
tras ver el quebranto en su interior
-
y de su necesidad de compasión.
-
Por un momento,
sin importar cómo ande tu vida espiritual,
-
considera la realidad
de que esa mancha del pecado en tu corazón
-
puede ser borrada por completo
por la cruz de Jesús;
-
que puedes ser hallado santo y justo
delante del Dios perfecto
-
por lo que Jesús hizo en la cruz.
-
Romanos 6:23 dice:
"Porque la paga del pecado es muerte,
-
mientras que la dádiva de Dios
es vida eterna
-
en Cristo Jesús, nuestro Señor".
-
Les pido que me escuchen.
-
Si estás aquí oyendo el mensaje
-
y estás enterrado
bajo la vergüenza del pecado,
-
si has hecho cosas
de las que te arrepientes,
-
si hay cosas en tu corazón
que quisieras poder borrar,
-
Dios quiere que veas que,
a través de la cruz, hay una manera
-
de eliminar de tu vida el poder
y el castigo del pecado.
-
El poder y el castigo del pecado
fueron puestos sobre Jesús
-
cuando él fue clavado a esa cruz romana
para que tú pudieras ser libre;
-
para que el poder y el castigo del pecado
no fuera parte de tu historia.
-
Es lo que Martin Luther llamó
el gran intercambio.
-
Jesús tomó tu pecado
y te dio su justicia.
-
Este es el regalo del Viernes Santo
para ti.
-
Tú puedes ser perdonado
gracias a la cruz de Jesús.
-
Estas son buenas noticias.
-
Con esto en mente, Pablo no solo dice que
la paga del pecado es muerte
-
sino que la dádiva de Dios
es vida eterna en Cristo Jesús.
-
Es decir que, no solo borra tus pecados,
-
sino que puedes tener
la esperanza de la vida eterna
-
por la cruz de Jesús.
-
Quiere decir que puedes vivir cada día
-
con esperanza,
sabiendo que hay más que solo esta vida.
-
La semana pasada,
Stacie y yo fuimos a Maui
-
para prepararnos para Semana Santa
en Saddleback.
-
Hay muchos servicios
y es una temporada muy ajetreada,
-
así que decidimos escaparnos
por unos días.
-
Me atrevería a decir que Hawái es
lo más parecido al cielo en la tierra.
-
Los que han podido ir,
saben que es muy hermoso.
-
Hay algo que me impactó de ir a Maui
justo antes de Semana Santa.
-
Tuve una semana muy ocupada
con muchas cosas por hacer,
-
pero noté algo
mientras me preparaba para ir allá.
-
Noté que no me molestaban tanto
las cosas que suelen molestarme,
-
porque en el fondo decía:
"Me voy a Maui. Todo va a estar bien.
-
Voy a comer helados y ver el atardecer
y todo será fenomenal".
-
En ese momento, el fastidio o frustración
se sintió más leve
-
porque sabía a dónde iba a ir.
-
Sé que hay cosas peores
que esos pequeños inconvenientes.
-
Hay pérdidas, dolor,
angustia.
-
Tal vez para ti,
este ha sido el peor año de tu vida.
-
Tal vez perdiste a un ser querido.
-
Tal vez te diagnosticaron
con cáncer terminal.
-
Tal vez hay algo que carga tu corazón
y te llena de ansiedad.
-
Pero puedes tener esperanza
sabiendo que esta vida no es el final.
-
Después de esta vida,
hay esperanza en la eternidad.
-
La segunda parte de la escena
que quiero que veamos
-
es que mientras Jesús estaba ahí,
entre dos criminales,
-
uno de ellos se burló de Jesús.
-
El pasaje dice:
"… uno se burló: '¿Así que eres el Mesías?
-
Demuéstralo salvándote a ti mismo,
¡y a nosotros también!'
-
Pero el otro criminal protestó:
-
'¿Ni siquiera temes a Dios
ahora que estás condenado a muerte?
-
Nosotros merecemos
morir por nuestros crímenes,
-
pero este hombre no ha hecho nada malo'.
-
Luego dijo: 'Jesús,
-
acuérdate de mí
cuando vengas en tu reino'".
-
Este hombre reconoció que Jesús,
que estaba colgado a su lado,
-
era diferente.
-
Le dice: "Cuando vengas en tu reino,
acuérdate de mí".
-
Ahora mira lo que Jesús le responde.
-
"Jesús respondió: 'Te aseguro
que hoy estarás conmigo en el paraíso'".
-
Mientras meditaba en este pasaje
durante la semana,
-
noté que Jesús no le dijo:
"Hoy estarás en el paraíso".
-
Le dijo:
"Hoy estarás conmigo en el paraíso".
-
El cielo no es el paraíso
solamente porque es como Maui.
-
Es el paraíso porque es ahí
donde mora la presencia de Dios,
-
todo el tiempo, por toda la eternidad.
-
El Señor del cielo espera
que podamos pasar la eternidad con Dios,
-
con la plenitud de su gozo,
de su paz, de su presencia.
-
La invitación hoy es que puedes vivir
teniendo esperanza en la eternidad
-
por la cruz de Jesús,
-
porque él pagó el precio del pecado,
-
porque de ese modo,
hasta un pecador colgado a su lado,
-
hasta un criminal, puede pasar
la eternidad en el paraíso con él.
-
Y eso va para ti también.
-
Puedes tener esperanza de vida eterna
por la cruz de Jesús.
-
Hay un último regalo
que quiero mostrarles.
-
Es algo muy importante
que Jesús menciona aquí.
-
El regalo final es que,
además de lo anterior,
-
puedes vivir en paz con Dios.
-
Puedes tener la paz de Dios
como resultado del Viernes Santo.
-
Jesús estaba clavado entre dos criminales,
y le dijo a uno:
-
"estarás conmigo en el paraíso",
y antes de dar su último suspiro, dice:
-
"Ya era alrededor del mediodía,
-
y la tierra se llenó de oscuridad
hasta las tres de la tarde.
-
La luz del sol desapareció.
Y, de repente,
-
la cortina del santuario del templo
se rasgó por la mitad".
-
Si hablamos de cortinas,
tal vez te imagines la cortina de la ducha
-
o la cortina del escenario en la iglesia,
-
pero esta cortina no era así.
-
Era una cortina como de 60 pies de ancho,
-
unos 30 pies de alto
y 4 pulgadas de grosor.
-
Se cree que se necesitaban
unos 300 sacerdotes para moverla.
-
Así de grande y pesada era.
-
El pasaje dice que la cortina
del santuario del templo
-
se rasgó por el medio de arriba abajo.
-
La importancia de esto
-
es que la cortina separaba
el lugar santísimo del resto del templo.
-
Era un recordatorio visual
-
de la separación entre la santidad de Dios
y el quebranto de la humanidad.
-
Una vez al año, el sumo sacerdote
entraba al lugar santísimo
-
en el día de la expiación.
-
Era un recordatorio constante
de su separación de Dios.
-
Era un muro que los separaba.
-
Cuando Jesús dio su último suspiro,
porque su cuerpo estaba por morir, dijo:
-
"'Padre,
¡encomiendo mi espíritu en tus manos!'.
-
Y con esas palabras
dio su último suspiro".
-
En ese instante, ese velo se rasgó.
-
De modo que cada persona
quien sea que venga
-
pueda tener una relación con Dios,
-
pueda tener paz con Dios,
debido al Viernes Santo.
-
La esperanza con la que podemos vivir,
el gozo que podemos tener
-
se deben a que Jesús murió en la cruz,
por lo que ahora tú y yo
-
ser reconciliados
con el corazón de Dios.
-
El pecado ya no tiene poder sobre ti,
-
ya no puede determinar tu historia.
-
Ya no tienes que vivir apartado de DIos.
-
Ya no tienes que vivir
bajo el peso de la vergüenza,
-
sino que gracias al Viernes Santo
puedes tener paz con Dios.
-
Romanos 5:1 dice: "En consecuencia,
-
ya que hemos sido justificados
mediante la fe,
-
tenemos paz con Dios
por medio de nuestro Señor Jesucristo".
-
Amigos, esta es la mejor noticia
que se haya dado.
-
Puedes tener una relación personal
con el Dios vivo que te creó.
-
Puedes andar cada día de tu vida
en comunión, en conexión,
-
con aquel que pagó el precio,
que pagó el precio de tu pecado,
-
logrando que seas perdonado.
-
Dios te está invitando hoy
a recibir el regalo de Viernes Santo
-
para que seas perdonado, para que vivas
y tengas esperanza por la eternidad.
-
Para que puedas caminar con la paz
que trae una relación con Dios.
-
No sé, en una sala así de grande
―en todos nuestros campus―,
-
si tienes paz con Dios o si caminas
en la plenitud de la esperanza
-
que proviene de la vida eterna
que ofrece Jesús.
-
O si has recibido
el perdón de tus pecados.
-
Pero, en este momento, quiero pedirte
que recibas el regalo de Viernes Santo.
-
En 1 Juan 1:8, dice: "Si afirmamos
que no tenemos pecado,
-
nos engañamos a nosotros mismos
y no tenemos la verdad.
-
Si confesamos nuestros pecados,
Dios, que es fiel y justo,
-
nos los perdonará
y nos limpiará de toda maldad".
-
Muchas veces nos convencemos
de que no pasa nada con el pecado,
-
de que si lo ocultamos o lo enterramos,
en algún punto desaparecerá.
-
Para el pecado en lo profundo del corazón
-
no solo basta con hacer
un pequeño cambio en tu vida.
-
Se necesita literalmente una muerte.
-
Se necesita una crucifixión,
se necesita una cruz.
-
Y la forma en que se afrontó el pecado
fue con la crucifixión de Jesús.
-
Su pago demanda
que nos acerquemos y confesemos:
-
"Dios, te necesito, soy un pecador,
he cometido un error".
-
Anoche me estaba quejando con Stacie
por un par de cosas.
-
Minutos después, le dije que el Espíritu
me había mostrado mi culpa.
-
Le dije:
"Perdóname, no debería quejarme".
-
Y, no es broma, un rato después
de confesar mi pecado, volví a quejarme.
-
Ella dijo: "Cariño, acabas de confesar,
¿por qué lo vuelves a hacer?".
-
Por gracioso que sea,
es un patrón recurrente de maldad en mí.
-
Hoy estoy muy agradecido por no tener
que lidiar con mi pecado por mi cuenta,
-
porque mi posición ante Dios
no se basa en mi capacidad,
-
sino en el hecho de que el Hijo perfecto
de Dios fue a la cruz por mí
-
para que yo sea perdonado,
-
fue a la cruz por ti
para que pudieras ser santo y justo,
-
fue a la cruz para que pudieras caminar
con la confianza de la eternidad,
-
fue a la cruz para que puedas vivir
con Dios cada instante de cada día.
-
Y ahora, por el poder del Espíritu Santo,
no estás solo.
-
La misma presencia de Dios que guió
a su pueblo a lo largo de toda la Biblia
-
está a tu disposición para que así vivas
bajo el poder y la presencia de Dios,
-
para que vivas con libertad y alegría.
-
Y mi esperanza hoy es que recibas
de una manera nueva
-
la plenitud del regalo del Viernes Santo.
-
En Juan 1:12, dice:
"Mas a cuantos lo recibieron,
-
a los que creen en su nombre,
les dio el derecho de ser hijos de Dios".
-
Y lo que quiero preguntarte es
¿has recibido el regalo del Viernes Santo?
-
¿Has recibido el perdón de Dios?
-
¿Has recibido de él
la esperanza de la vida eterna?
-
¿Has recibido de él
la capacidad de vivir con él
-
y de tener paz cada día de tu vida
como resultado de tu relación con él?
-
Algunos de ustedes
son seguidores de Jesús.
-
En este momento, lo que más necesitan
es un nuevo encuentro con el Dios vivo.
-
Haremos un hueco
en nuestros servicios ahora
-
para que respondas
y recibas de Dios.
-
Y digas:
"Dios, quiero volver de una nueva forma.
-
Quiero recibir de ti.
-
Quiero que mi corazón
sea renovado".
-
Algunos quizás hayan dejado su primer amor
y estén actuando por inercia,
-
pero hoy es el día para que vuelvan
al centro, vuelvan a la cruz
-
y reciban el regalo del Viernes Santo.
-
Otros que están oyendo mi voz nunca
han recibido el regalo de la vida eterna,
-
nunca abrieron su corazón
ni pusieron su confianza en Jesús.
-
En este momento, por la fe en Jesús
que murió en la cruz por tus pecados
-
por la fe en aquel que resucitó,
puedes comenzar una relación con Dios,
-
borrar tus pecados,
tener la esperanza de la eternidad
-
y vivir teniendo paz con Dios.
-
Y quiero invitarte a hacerlo ahora mismo,
en todos nuestros campus,
-
simplemente decide y recibe de Dios
el regalo de la vida eterna.
-
Quiero invitarte, si lo deseas,
a cerrar los ojos por un momento.
-
Voy a guiarte en una oración.
-
Y si nunca has tomado la decisión
de abrir tu corazón a Dios
-
para recibir el regalo de la salvación,
ahora mismo puedes hacerlo.
-
Te invito a que le digas a Dios ahora...
-
Si quieres abrir tu corazón
para poner tu esperanza en él y orar,
-
"Dios, te necesito".
-
Solo di: "Querido Jesús, te necesito.
-
Decido seguirte
de la mejor manera posible.
-
Quiero pedirte que perdones mis pecados.
-
Quiero poner mi confianza en ti.
-
En este momento,
decido entregarte mi vida a ti,
-
que diste tu vida en la cruz por mí".
-
Si oras así
y abres tu corazón,
-
Dios te transformará desde el interior.
-
Si estás tomando esa decisión
ahora mismo, entre tú y Dios,
-
esa decisión es la más importante
que tomarás en toda tu vida.
-
Y a la cuenta de tres,
en todos los campus,
-
quiero que alces la mano
como una forma de decir:
-
"Hoy he tomado esa decisión".
-
Nadie te está viendo.
-
Quiero que levanten la mano y digan:
"Hoy pongo mi confianza en Jesús
-
y recibo el perdón de mis pecados".
-
A la cuenta de tres.
Uno, dos, tres, levanten las manos
-
como una forma de decir:
"Hoy recibo el regalo de la salvación".
-
Dios, te damos gracias
por todos los que están recibiendo
-
el regalo de la salvación.
-
En el nombre de Jesús oramos.
Amén, amén, amén.
-
En un momento, en todos los campus,
pasaremos a un tiempo de respuestas.
-
Y lo que haremos durante este tiempo
es cantar canciones sobre la cruz
-
En todos los campus hay algunas cruces
y en ellas verán un trozo de papel.
-
Si hay algo hoy que te esté agobiando,
quiero animarte a que lo lleves a la cruz
-
para clavarlo allí
y que sea un recordatorio físico
-
para tu alma de lo que Jesús hizo por ti,
de que tu pecado está clavado en esa cruz.
-
En las estaciones de todos los campus,
una de las cosas que verás es la comunión.
-
Hay un trozo de pan con un poco de jugo.
-
Y puedes recibirlo mientras clavas
el pecado en la cruz
-
como un recordatorio del cuerpo de Jesús
que fue quebrantado por ti
-
y la copa de su sangre derramada por ti
para que pudieras ser perdonado.
-
Mientras respondemos,
habrá un equipo de oración
-
en todos los campus.
-
Están aquí presentes
y quieren orar por ti.
-
Así que estarán repartidos por las salas.
-
Y mientras respondemos,
solo quiero invitarles a venir a la cruz,
-
recibir la comunión y recibir oración.
-
Y después de cantar algunas canciones,
volveré para despedirnos
-
y cerrar este tiempo juntos.
-
Pero ahora quiero invitarlos
a responder, a adorar y a acercarse.
-
Si decidiste seguir a Jesús,
también quiero pedirte en este tiempo
-
que envíes un mensaje de texto
con la palabra "decisión" al 83000
-
para que sepamos que hoy has tomado
la decisión más importante de tu vida.
-
Permíteme orar
para pasar a la adoración.
-
Padre, oro para que
en este momento nos ayudes
-
a responder a esta verdad
de una forma nueva.
-
Dios, que recibamos de ti,
al contemplar el precio que pagaste,
-
la comunión, pues tu cuerpo
fue quebrantado por nosotros
-
y tu sangre fue derramada.
-
Así que, para todos
los que están dando ese paso hoy,
-
que sea un momento de alegría
en el que recordemos
-
lo que hiciste por nosotros.
-
En el nombre de Jesús.
Amén, amén.
-
Pueden responder
mientras la banda guía la adoración.