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No voltees, Clara.
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-¿Qué haces?
-Acércate.
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Llegaré tarde.
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¿Por favor?
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¿Dónde está Clara?
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-Hola, tía Genny.
-Hola, dulce Clara.
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¡Adivina quién ha pasado tiempo
con el chico más genial de la escuela!
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-¡No lo creo!
-No le digas a mi mamá.
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-Ya sabes cómo reaccionará.
-No lo haré. Tranquila.
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Me sorprende lo bien que mientes.
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La vida
puede sorprenderte.
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Mi madre me tuvo a sus 18 años.
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Mi padre y ella
se enamoraron en la escuela.
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Mi tía Genny también
sigue con su novio de la escuela, Jonah.
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Creí que
seríamos una gran familia por siempre.
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Pero el universo tenía otros planes.
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Lo siento. Tu esposo y tu hermana
tuvieron un accidente.
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Hicimos nuestro mayor esfuerzo.
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¿Quieres saber por qué estaban juntos?
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-¿Por qué...?
-No lo digas.
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-¿Qué otra cosa puede ser?
-¡Basta!
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Mi padre y mi tía acaban de fallecer.
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Quiero irme de aquí.
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Entonces larguémonos.
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Es como si hubiera una pared
entre ella y yo.
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¿Recuerdas esa edad?
Parecía todo muy complicado.
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-¡Clara Grant!
-Buena suerte.
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¡Sube al auto!
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Espera un segundo.
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Es muy difícil olvidarlos.
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Mi mamá actúa
como si mi padre nunca hubiera existido.
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-Dile la verdad.
-Se sentirá muy mal.
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Siento que está mal sonreír,
como si fuera muy pronto para ser feliz.
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No imaginé nuestro primer beso así.
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¿Cómo pensabas que sería?
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No dejaré que su venganza
decida cómo será mi vida.
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Me usas para que tu madre se enoje.
Estoy cansado de eso.
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¿Qué no me estás diciendo?
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Hay muchas cosas
que hubiera hecho diferente.
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Pero no me arrepentiría
ni por un segundo de ti.
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Merecemos ser felices.
Sin arrepentimientos, ¿no?