La transformación local china y su impacto en la seguridad global para 2025 | Feng Zhu | TEDxKFAS

Esta charla es de un evento TEDx, organizado de manera independiente a las conferencias TED. Más información en: http://ted.com/tedx

El experto en relaciones internacionales, Dr. Zhu Feng, arroja luz sobre el futuro de China, subrayando que China seguirá realizando transformaciones en los próximos diez años. Enfatiza que no se producirá un cambio drástico en su sistema político mientras el país centra su lucha en mejorar la seguridad dentro de sus fronteras y continúa su creciente expansión e influencia en el marco internacional.

El doctor Zhu Feng sugiere que la implicación de Pekín en el mundo y la región en materia de seguridad será complicada y polifacética. Predice que las relaciones chino-estadounidenses serán tanto cooperativas como competitivas. Señalando los progresivos esfuerzos de China en contribuir a la economía nacional y al proceso de integración comercial, el doctor Zhu Feng advierte que un impacto más contundente de China provendrá de su economía.

El doctor Zhu Feng es actualmente director ejercutivo del China Center for Collaborative Studies of the South China Sea de la Universidad de Nanjing. También es investigador senior en el China Center for Peace and Development y profesor de la Peking University's School of International Studies. Ha escrito numerosos trabajos de seguridad regional en Asia oriental, la cuestión nuclear en Corea del Norte, las relaciones chino-estadounidenses y las relaciones diplomáticas. Forma parte del equipo editorial de varios periódicos universitarios, realiza consultas independientes para el gobierno chino y el sector privado, y comenta con frecuencia en TV, radio y prensa impresa sobre la política extranjera china y en materia de seguridad. El profesor Zhu empezó sus estudios de universidad en el Departamento de Política Internacional de la Universidad de Pekín en 1981 y recibió su doctorado de la Universidad de Pekín en 1991.

Buenos días a todos.

Estoy encantado de estar aquí

con KFAS y su excelente equipo de trabajo

para compartir mis predicciones
sobre China para el 2025.

Estoy un poco nervioso por hablar
delante de tanta gente y de renombre.

Quiero agradecer
sobre todo al moderador

por tan optimista pronóstico
sobre China en 2025.

Sin embargo, tengo que admitir
que es una visión un tanto ingenua.

¿Qué pensamos los chinos
sobre la China de 2025?

Seguimos muy preocupados

y yo no creo que esté asegurado
un futuro tan prometedor.

Aun así me alegro de poder compartir
con Uds. lo que pienso

sobre el impacto global de China
en materia de seguridad en 2025.

Antes de nada, empezaré
con la China de dentro de 10 años.

Probablemente para esa época
el PIB de China sobrepase al de EE.UU.,

aunque no es seguro que esto ocurra,

ya que la economía china actualmente
pasa por enormes aprietos.

El crecimiento económico
se desacelera con fuerza

y esto crea nerviosismo entre los chinos
sobre el futuro económico de su país.

China podría repetir la maravillosa
tasa de crecimiento económico

de las últimas tres décadas,

pero es complicado
que esté a la altura.

Por un lado, queremos
una China económicamente robusta,

pero, por otro lado, ¿qué nos gustaría?

Cosas como respirar aire fresco,
mayor seguridad alimentaria

y reducción de la desigualdad económica.

Así que si el crecimiento económico chino
pierde dinamismo

como lo hizo
en las últimas dos décadas

se podría admitir
que eso es bueno para el país.

El hecho de que el crecimiento económico

implique mayor masa salarial

no significa que la
calidad de vida sea mejor.

El desarrollo de China nunca ha tenido

tanto atractivo como ahora
desde un marco global.

Una de las grandes tareas
que esperan al gobierno chino

en la próxima década
no tiene nada que ver

con el gran crecimiento económico chino,

sino en cómo distribuir la economía

para continuar con el desarrollo.

El PIB es uno de los indicadores claves,

sí, es posible que China supere a EE.UU.

Pero el PIB es solo
un indicador de muchos

con los que medir el poderío
y la resistencia de China.

Por otro lado, el PIB
no indica nada significativo,

ya que si el crecimiento de China
descendiera un 5 % anual,

superar a EE.UU.
no ocurriría hasta más tarde.

¿Lo que importa de verdad

es si superar el PIB de EE.UU.
lo sería todo?

No. No creo que eso sea tan increíble,

lo de tener una economía
más fuerte que la de EE.UU.

Lo más importante es crear empleo,

la innovación tecnológica,

saber competir económicamente
en el mercado global.

Esto será más importante,
más significativo.

Así que no sobrevaloren

el índice del PIB como indicador
de mejora económica

para señalar que todo va bien en China.

Tenemos mucho cuidado
a la hora de analizar

la emergencia de una nueva potencia
simplemente en términos del PIB.

Desde mi punto de vista,
el PIB no es tan significativo.

En el plano de la seguridad,

esto es mucho más complicado.

Aquí tienen una animación
de The New York Times:

nos indica el nivel de confrontación
entre EE.UU. y China en los próximo años.

Debido a que la armada china
crece cada vez más,

el país está acrecentando su poder
en el estrecho oeste del Pacífico.

Así que es probable que veamos una nueva
guerra fría entre Estados Unidos y China

o también que se lleven bien
como deberían.

Nunca ha habido tanta ambigüedad.

Estados Unidos se queja

institucional, política y académicamente

de que China se volverá
cada vez más agresiva,

así que dentro de 10 años,
las relaciones sino-estadounidenses

podrán ponerse más tensas
o mantenerse como están.

Ello implica que somos
tanto competidores como cooperadores.

Para predecir el futuro
de la seguridad global china

se debería empezar con un análisis frío
de las relaciones sino-estadounidenses.

La cuestión del mar del sur de China
es uno de los puntos más controvertidos;

hay quien afirma que
la tensa disputa territorial

se sitúa en el epicentro
de la seguridad internacional,

ya que es la única confrontación
a gran escala de la superpotencia china.

¿Cómo afectará la disputa a las
relaciones sino-estadounidenses?

Si las relaciones bilaterales

conllevan tensiones que puedan escalar
hasta alcanzar el conflicto militar,

el conflicto del mar del sur de China
provocará una ruptura geopolítica.

Es un ejemplo sobre lo que puede acontecer
en las futuras relaciones de poder,

por lo que creo
que este asunto es clave.

Otro aspecto a tener en cuenta
es la crisis económica y de seguridad.

Sí, económicamente,
China crecerá y será más fuerte,

pero eso no implica

que pase a ser una impulsora de la
seguridad regional de Asia oriental.

La razón es simple: el empuje económico

no se traduce en ganancias geopolíticas.

El sistema centralizado de los aliados
de EE.UU. es increíblemente estable.

Por otro lado,

a Estados Unidos le afecta

el crecimiento chino

porque a la mayoría
de sus miembros regionales

les preocupa el futuro de China,

por lo que Estados Unidos
tiene que tomar cartas en el asunto.

En la próxima década, ¿veremos
cambios drásticos a este respecto?

No.

El impacto global de China
en materia de seguridad

se medirá teniendo esto en cuenta.

El crecimiento de China no provocará

nuevos posicionamientos
ni alineaciones en la región.

El orden en materia de seguridad
es estable; las relaciones de poder

seguirán esencialmente siendo las mismas.

Así que, en la próxima década,

no habrá cambios significativos de los
lazos entre China y Estados Unidos.

Por supuesto que puede ser preocupante

la naturaleza de estas relaciones,

pero ¿cambiarán dramáticamente?

¿Aumentarán las tensiones?

No, no hay indicio alguno

de que esto vaya a ocurrir,
pese a lo que digan los pesimistas.

Aunque si lo miramos desde
una perspectiva estadounidense,

el comandante jefe del Pacífico,

el almirante Harry Harris,

comentó sobre la disputa territorial
en el mar del sur de China

que lo que China pretende
con la reclamación territorial

es construir una gran muralla en el mar.

Así que puede que dentro de 10 años
la Gran Muralla china se extienda

hasta la costa oeste del Pacífico,

pero no creo que esa sea
la manera adecuada de verlo.

China desea erigir una isla artificial
para extender su influencia en el mar,

pero, según Pekín, esto
se debe a que llegamos tarde.

Filipinas, Vietnam, Malasia,
incluso Taiwán, tienen

pistas de aterrizaje,
bases militares por toda la zona,

pero Pekín no cuenta con nada así.

Como China ahora tiene más poder,

nos encontramos en mejores condiciones

para salvaguardar
nuestros intereses en la zona.

El hecho de que lo reivindiquemos
no implica una imposición territorial

que conduzca a la militarización
del mar del sur de China.

Es muy fácil de entender.

Creo que los retos
en materia extranjera y de seguridad

serán muy similares a los que

China se enfrenta hoy en día.

Ello no quiere decir
que Pekín lo tenga fácil.

El mayor problema se encuentra
en el poder transformador de China.

Incluso para 2025,

este no habrá cambiado demasiado.

Por otro lado,

sigue siendo un reto de peso
averiguar qué pasará con China.

¿Qué es lo que hace que
China y EE.UU. sean diferentes?

No creo que sea su fuerza militar,

ni la innovación tecnológica
o la capacidad de persuadir.

Creo que se trata de algo más profundo;
de pequeños detalles

que son los responsables

de las diferencias entre ambas potencias.

Las instituciones de Estado Unidos
son mejores de momento que las de China.

Muchos académicos chinos temen por esto,

ya que es un reto tremendo
para una china actual

que quiere vivir su "sueño chino".

Así que en la próxima década
Pekín seguirá

luchando por transformarse
en una superpotencia;

aspecto que será clave
en su política internacional.

Tendemos a señalar
lo que hacemos en nuestro casa

para predecir lo que
haremos fuera de ella

y, en materia de extranjería, hay quien
dice que China será más asertiva

porque China necesita aumentar
su legitimidad en asuntos locales

y asumir más riesgos
en política internacional,

pero debo decir
que esta opinión carece de base,

ya que China es el país
más grande, más poblado

y su gente nunca antes
se había movilizado tanto.

Si esta política
de asumir riesgos fracasara,

¿qué pasaría con China?

Probablemente se fragmentaría:

sería como vivir una pesadilla.

Creo que eso es algo de lo que
los chinos quieren mantenerse alejados,

algo que les gustaría evitar.

Así que si la política internacional
de Xi Jinping es controvertida,

es porque los que están
pendientes de China creen

que Xi Jinping ha abandonado la práctica
de pasar desapercibido de Deng Xiaoping,

que China ha cambiado de rumbo

y se ha vuelto más agresiva
en asuntos internacionales.

Y, en parte, así ha ocurrido,

pero una parte no hace el todo.

Así que si China no puede
triunfar llevando a cabo

una transición en el país
bien organizada,

China se volverá un poder
muy vulnerable por naturaleza.

Las previsiones para 2025
no suponen una brusca ruptura

con lo que viene siendo
la trayectoria histórica del país.

Debemos tener fe en que Pekín
sabrá hacer lo correcto.

Sabemos cuál es
la mayor amenaza para China,

así que es lógico

que el país sea reluctante
a cooperar con Estados Unidos

Por ejemplo, ayer, John Kerry,

en una reunión del ARF,

instó a China a cesar por completo

la construcción de la isla artificial,
las reivindicaciones territoriales

y las edificaciones de la zona.

No creo que esta sugerencia
sea bien recibida en Pekín

porque consideramos
que construir esa isla

sirve los intereses de China:
es una actividad legítima y razonable.

La isla artificial también puede usarse

como un bien común para toda la región

que refrende las actividades
de los mares del sur de China;

puede servir a las labores de rescate
y a la investigación de problemas.

Pero el problema reside en que
si EE.UU. impide el progreso de China,

esta no va a responder positivamente.

Sí, existen frentes abiertos

que impiden la negociación
entre China y Estados Unidos

cuando se trata de discutir enclaves
importantes de seguridad regional

y cómo administrarlos correctamente
entre las dos potencias.

Pero, por otro lado, no hay solución,

ya que la disputa en el mar
del sur de China se saldrá de control.

Bien.

Otro indicador significativo

para medir el impacto de China
en materia de seguridad

es, por un lado, la continuidad

de la diplomacia regional en China,
ya que las reformas podrían continuar.

En los últimos 10 años,
China ha llevado a cabo muchas:

la Shanghai Cooperation Organization,
las Six Party Talks,

China-ASEAN,
China-Korea FTA, el AIIB,

la iniciativa One Belt One Road, etc.

Este afán de cooperación regional
ha demostrado ser positivo,

pero eso no quiere decir que
China continuará obrando así.

El caso es que lo que China empieza
y todos los proyectos en los que entra

pasan a ser controvertidos;
en este caso, se convierten en retos.

¿Cómo podemos mantener
nuestro auge diplomático

en los próximos 10 años

para que China se involucre positivamente

y contribuya a la prosperidad regional?

No está garantizado y, además,

existe otra preocupación:
¿Cuál es la intención real de China?

Esta pregunta también genera
todo tipo de especulaciones.

Mi compañero de trabajo estadounidense,
Michael Pillsbury, acaba de publicar

un libro muy bueno titulado
The hundred-year marathon:

describe las razones ocultas

y fundamentadas históricamente para
desvelar su intención estratégica.

Pekín, tarde o temprano,
se deshará de EE.UU. en Asia-Pacífico.

A mí esto me parece exagerado.

Estados Unidos como miembro regional

siempre suscita sospechas.

Es probable que las futuras negociaciones
en materia de seguridad

sean inestables y avancen muy lentamente,

pero el problema
es que existe otro tema alarmante.

Mi compañero de Princeton,
Tom Christensen,

acaba de publicar un libro
titulado The China challenge.

En él expresa la fuerte creencia
de que, en los próximos años,

el trabajo pionero de China en Pekín
se estancará

mientras que avanzará
en materia doméstica,

pero su política internacional

seguirá siendo más reticente al riesgo
que a asumir los mismos.

Bien.

Voy a concluir.

En primer lugar, no creo que en 2025

el rol de China en seguridad difiera
bastante de lo que ha sido en el pasado:

la capacidad de proyectar su poder
será limitada para China.

Para Pekín, el mayor
miedo y preocupación

se encuentra en su agenda nacional:

la doméstica y de asuntos internos,
más que en la externa.

Pero, de todas maneras,
China asumirá un rol dual:

por un lado,
el viraje diplomático de China

será una fuente importante
de crecimiento para la región

que posibilitará
la conexión entre la misma

y superará retos
de manera colectiva y regional.

Por otro lado,

China está condenada a aportar
inestabilidad a la región

por su gran tamaño
e intereses estratégicos.

China también quiere
velar por sus intereses

como China solo lo haría.

¿Así que qué va a pasar

exactamente en 2025?

El impacto chino en materia de seguridad
generará más controversias.

Espero que Pekín
pueda analizar bien el problema

y posibilitar la cooperación
en la región,

compartir prosperidad
y contribuir al desarrollo.

Por otro lado, Pekín
debe prestar más atención

a prevenir las reticencias
contra China

debido a su crecimiento.

Si podemos adelantarnos
a concebirlo así,

entonces mi país
seguirá mejorando,

adquiriendo fuerza y, a la vez,
se mantendrá como aliado.

Gracias.

(Aplausos)