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Hay algo peculiar en este proceso,
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del proceso del pintado en miniatura,
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en donde esta escala en particular
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te permite mantener cierto control.
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Básicamente tiño el papel
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y tiene que ser un teñido muy uniforme
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Es lento y debes mantener el borde del té
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siempre fluyendo para que el borde escurra
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de forma continua.
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Es bastante meditativo
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y hay un sentido de familiaridad
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porque es un proceso ancestral
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(Raspado)
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Algo que he aprendido es el respeto por
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la tradición y el respeto por la paciencia
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porque no puedes lograr nada,
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o concretar una pintura sin tiempo
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Necesitas dedicarle tiempo, es la clave.
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No puedo decidir montar una exhibición y
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hacer un cúmulo de obras en un solo año,
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necesito de tres a cuatro años al menos.
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(sonido de campanas de viento)
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La pintura en miniatura proviene de
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ilustraciones literarias y manuscritos
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Es una manifestación artística antigüa.
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Toda esta extraña perspectiva encimada
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los espacios interiores sobrepuestos y
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las formas vagas de ventanas y puertas
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que alucen al mundo exterior o espiritual
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dan una noción de la perfección.
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Esa notable transparencia resplandeciente
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se logra con una disciplina de trasfondo.
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Requiere muchas capas, entre diez a veinte
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de diferente color para construir la obra
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Y tienes que ser cuidadoso
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porque si tu pincel se sobrecarga de agua
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puedes desprender las primeras capas de
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pigmento, porque aún no han sido selladas.
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Por lo tanto, requiere práctica.
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A veces, cuando no practico,
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todos mis diez años de experiencia
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se tornan irrelevantes
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Cuando estudiábamos en Pakistán,
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mi maestro nos sentaba en el suelo
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sobre sábanas blancas
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y teníamos que dejar los zapatos afuera.
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Todo era preciso, pulcro y minimalista.
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Trabajabas en tu obra
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y ejercitabas la vista
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Mantenías tu trabajo a treinta centímetros
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de tus ojos. Era todo metódico, se sentía
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como un tipo de ritual.
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(campanas sonando)
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Siento que adquirí un interés temprano en
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la pintura en miniatura por que para mí
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todo inició con la pintura.
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Buscaba entender la sensibilidad de pintar
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excepto que no lo hacía en un lienzo,
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lo hacía en papel con un tipo particular
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de materiales.
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Pero todo giraba sobre la superficie
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la paleta de colores, la forma
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la composición, el estilizado
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Mi expresión individual llegó después
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(campanas sonando)
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Gran parte de mi obra es profundamente
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personal, sacada de mis memorias.
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Si observas este borde en particular
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tiene el nombre de "montando lo escrito"
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y aquí el texto asimila a caballos
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hay una atingencia de movimiento.
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Y ese aspecto refleja mi experiencia
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leyendo el Corán,
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remontando a cuando lo leía
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sin poder entenderlo porque era una niña
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y aunque podía leer la lengua árabe,
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no la lograba entender.
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Y entonces se formó esta increíble
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memoria visual en donde la belleza de la
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palabra escrita, supera todo lo demás.
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El significado está ahí, pero no es lo
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único. Es la habilidad del texto escrito
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para elevarte más allá del significado.
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(campanas sonando)
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Todo mi propósito de dedicarme a la
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pintura en miniatura, ha sido para romper
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la tradición, experimentar con ella,
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encontrar nuevas formas de resignificar
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y cuestionar su relevancia.
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El punto de partida de mis obras,
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tanto pequeñas como de gran formato
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inician como dibujos sencillos
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trazados en papel de seda traslúcido.
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Muchos de los visuales en mi obra
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existen porque me interesó subvertir lo
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hindú con lo musulmán y viceversa.
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Al haber crecido como musulmana en
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Pakistán, no tenía acceso a información
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sobre la mitología hindú.
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Y cuando me mudé aquí, me dí cuenta que
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esos intereses prevalecieron en mí.
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Cuando miraba a las diosas hindúes
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noté que no era relevante cuántas manos
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tenían, sino la idea de que era el propio
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cuerpo femenino lo realmente importante.
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Estas diosas tienen una cara específica
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así que les escurrí pintura encima,
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como si les colocara un tocado con velo.
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Ese velo sigue cubriendo a una diosa hindú
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sin subestimar la divinidad bajo el mismo.
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Cuando involucras la palabra "velo"
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en las conversaciones, suele
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relacionarse con una identidad musulmana
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o con la identidad de la mujer.
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Y ambos son temas muy fuertes de abordar
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porque todo lo que se ha asociado con
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el Islam ha sido el terrorismo
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o la opresión hacia las mujeres.
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Culturalmente, no ha sido mi experiencia.
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Mis abuelos, padres, todos han sido gente
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sumamente progresiva y solidaria.
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Mi abuelo alentaba fervientemente el
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desarrollo profesional en las mujeres.
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Todas las mujeres en la familia, hicieron
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algo importante con sus vidas.
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Al principio no estaba convencida de que
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ella atendiera el Colegio Nacional de Arte
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Que era mejor que estudiara Arquitectura,
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algo más competente, ¿sabes?
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Y cuando mencionó estudiar "artes finas"
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pues pensé, ya sabes, a lo mucho colgaría
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unas cuantas pinturas en la casa, aún si
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tuviera o no un futuro (risas).
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¡Qué descaro! Estaba muy escéptica.
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Esta clase de trabajo para mí era
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lo opuesto al proceso de la pintura
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en miniatura.
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(papel deslizándose)
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Esta instalación en particular, es mucho
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más espontánea.
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Siempre es un reto, porque las decisiones
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tienen que tomarse rápido.
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Involucra todo mi cuerpo
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Es como si trabajara en medio del espacio
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de arriba a abajo con las escaleras
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cuando estoy pintando.
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Y todo sucede de inicio a fin en solo
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cuatro, cinco días.
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Diría que surge una energía única
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Se genera un pequeño alivio cuando
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varias pinturas se solapan entre sí.
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No hay la intención de ocultar algo
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Todo es visible, el papel es traslúcido.
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Flota, se mueve.
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La idea sale de la entereza de esta
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relación entre encubrir con el velo
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y revelarse.
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Siempre estoy tomando fotos, bosquejando
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o tomando notas.
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Y me las llevo a donde sea que vaya.
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He traído tantas cosas de Pakistán
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Y otras cosas también de Texas
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Y cada vez que me siento a trabajar
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Todo se despliega.
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Para mí, es siempre como este ciclo divino
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ya sabes, sales a experimentar algo
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y luego regresas a tu punto de partida.
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Cuando trabajo en obras grandes y murales
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Consecuentemente, termino regresando
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a la pintura en miniatura.
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Luego empiezo a odiar pintar en miniatura
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después de un rato, porque es frustrante
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por todas las razones que involucran
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realizar una labor tan intensiva que
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toma años realizar.
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Así que me pregunto "¿Porqué lo hago?"
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y luego lo abandono para hacer otra cosa
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pero siempre regreso eventualmente.
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Y talvés se deba a que el mero acto de
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hacerlo, es lo que me da una clase de paz.
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(música de piano suave)
Art21